DOCTRINA

Recibimos a un matrimonio y sus hijos en la congregación, preocupados por la evidente situación de tensión y angustia que transmitían y que buscamos solucionar.

La razón de su estado de ánimo era que se sentían defraudados por Dios porque habían creído en Él y ahora se veían empobrecidos, con deudas y sin el cumplimiento de las promesas que habían recibido.

Que significaban estas afirmaciones tan graves? Sbible10encillamente que les habían predicado acerca de la prosperidad para los creyentes y lo habían creído.

Desde esa perspectiva habían tomado decisiones tremendamente equivocadas que los habían llevado a una situación dramática y por esa razón habían abandonado la iglesia.

Con mucho amor y suma prudencia, les explicamos que con Dios no cabían ni los enojos y mucho menos el apartamiento hacia Él. Las doctrinas son cosas de hombres y no cuestiones de Dios.

Sobre las enseñanzas que habían recibido le comentamos al matrimonio, que era y es necesario confrontarlas con el contexto total de la Biblia y no con algunas frases.

Finalmente comprendieron su error. Unas frases fuera de contexto pueden ser tremendamente peligrosas y llevarnos a creer en doctrinas erradas y mal intencionadas.

Le aseguramos al matrimonio que no les hablaríamos de ninguna doctrina, sino que profundizaríamos en el conocimiento de la Única fuente que reconocíamos: La Palabra de Dios. La Biblia!

Proverbios 2:3-5
Diego Acosta García

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RECORDAR

Envueltos como estamos en los afanes cotidianos, tendemos a olvidar las grandes cosas que ha hecho el Eterno en nuestras vidas y como las ha transformado.

Nos olvidamos por ejemplo del gran milagro de convertirnos en abuelo, que fue y sigue siendo uno de los grandes acontecimientos de los años que llevamos vividos.

Es muy importante que no perdamos de vista aquello que el Señor ha hecho para que cuando llegue el tiempo de reclamar algo, no nos olvidemos de todo lo que ya nos tiene abuelo4concedido.

El dame-dame parece mucho más importante que nuestra actitud de dar de gracia lo que hemos recibido por gracia. Somos más pedidores que dadores de bendición!

A nuestra relación con el Señor la concebimos como una sucesión sin fin de pedido y otorgamiento, olvidando lo fundamental: Es el Eterno quien dispone finalmente con su Soberana Voluntad.

En la hora de quejarnos por no recibir lo que creemos que necesitamos, nunca nos olvidemos que el Plan superior para nuestra vida está por encima de aquello que reclamamos.

Sencillamente porque nunca podremos imaginar nada mejor para nuestra vida, que los Propósitos que el Señor tiene establecidos para cada uno de nosotros. Y entre ellos está el maravilloso de ser abuelo!

Lucas 12:48
Diego Acosta García

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CUIDADO

Hace muchos años escuchamos la historia de un anciano que vivía en un país de Centro América que predicaba el Evangelio en los lugares más alejados de su país.

Era un hombre más que singular. Era analfabeto y había aprendido la Biblia de oírla y había asumido el mandato de predicarla hasta sus últimas consecuencias.

Era muy pobre pero siempre decía que sabía quién lo guardaba y que encontraría gente buena que le daría de comer y lo cobijaría para que pudiera dormir bajo un techo. La Dv31jl13historia con sus detalles era impresionante.

Pero la hermana que la contaba dijo que todo eso no tenía en realidad mucha importancia. Lo que verdaderamente era extraordinario era el cuidado de Dios por ese hombre.

Explicó que caminaba kilómetros y kilómetros por zonas poco pobladas y en donde había grandes riesgos de poder ser asaltado por personas que vivían al margen de la ley en esos lugares.

Pero nunca la pasó nada. Todas las veces que intentaron robarle lo poco que tenía, el episodio terminaba con malhechores arrepentidos y rendidos ante el Señor.
Como cuida el Dios Todopoderoso a los suyos!

Con esa seguridad aquel anciano sin identidad para nosotros, llevaba la Palabra de Salvación, siendo como era pobre y analfabeto. Maravilloso ejemplo!

1 Pedro 5:6-7
Diego Acosta García

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REALISMO?

En el mundo los hombres exitosos son modelos a imitar porque transmiten la imagen de  las personas que son capaces de sobresalir por sus méritos y por sus habilidades.

Por eso no deja de sorprender la imagen que pueden dar algunos líderes que se presentan como hombres exitosos con grandes congregaciones y sorprendentes templos.

Esa imagen debería ser una referencia para los creyentes para ser triunfadores como Dv30jl13ellos, importantes como ellos y para obtener logros como los de ellos?

Esta actitud podría ser piedra de tropiezo para quienes pueden llegar a creer que el Evangelio es una forma de lograr éxitos, de obtener resultados importantes, de ser respetables y reconocidos.

Los contrastes entre sus palabras y las actitudes de los líderes exitosos son tan grandes, que podemos preguntarnos en qué momento se produjo un cambio tan trascendente.

En qué momento la idea de servir fue abandonada para convertir el Evangelio en un instrumento poderoso…pero para servirse, para convertir en gloria personal lo que es Gloria del Señor?

Las respuestas son personales e intransferibles. Y las responsabilidades también lo serán cuando llegue el momento del Juicio. Mientras tanto seamos fieles a los principios de la Iglesia del Señor!

Juan 16:33
Diego Acosta García

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DESPRECIO

La Palabra de Dios menciona la actitud de Mical la hija de Saúl, cuando vio danzar y saltar al rey David ante Jehová, por haber permitido que el Arca pudiera ser llevada hasta Jerusalén.david2

Mical despreció al rey por honrar a Jehová, seguramente porque entendía que no era propio de la máxima autoridad mostrar su alegría y reconocimiento de esa manera.

El reproche de Mical estaba dirigido por haberse descubierto frente a las criadas de los siervos de David, como se descubre sin decoro un tesoro cualquiera.

Este juicio debería recordarnos cuántas veces hemos obrado como la hija de Saúl en situaciones más o menos parecidas, por entender de una manera muy especial el decoro.

Nuestros juicios forman parte de nuestros prejuicios y más en profundidad de lo que tenemos en el corazón, por eso hablamos con boca encendida por el espíritu de crítica.

Para Mical como para muchos de nosotros son más importantes las formalidades que lo que es verdaderamente profundo y producto de una gran alegría y reverencia.

Esas palabras que juzgaron lo que creía que era una humillación para la investidura real, le valieron a Mical morir sin tener hijos. Tengamos  cuidado con nuestros juicios. No deshonremos lo que el Eterno valora con sus ojos!

2 Samuel 6:22
Diego Acosta García

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INFLUIDOS?

Un hermano con muchos años de relación con el Señor se mostraba favorable a apreciaciones que se habían hecho públicas, relacionadas con las actitudes que deberíamos tener los creyentes.

Era evidente que su actitud estaba influenciada por el impacto que le habían causado propuestas vinculadas con el hombre y su forma de comportarse en la sociedad en la Dv28jl13que vivía.

Intentamos aproximarnos a los fundamentos que tenía el hermano para mostrarse tan entusiasmado y tan contento por haber encontrado una propuesta valedera.

Su respuesta fue que siempre estábamos los que solo pensábamos en destruir y no teníamos pensamientos positivos. Incluyó además unas palabras para insinuar también sobre la envidia.

Nos planteamos confrontar estos argumentos con la Palabra de Dios. Única forma de establecer las razones verdaderas para cualquier argumento. No hicimos otra cosa que escudriñar.

Jesús nos enseñó que estábamos en el mundo para influirlo con el Evangelio, no para dejarnos influir con los pensamientos que se pudieran esgrimir en el mundo.

Con esta seguridad conversamos con el hermano con misericordia y amor para tratar de aclarar la situación. No lo aceptó. Pero la Verdad quedó establecida: Estamos en el mundo para ser influyentes, no para ser influidos!

1 Corintios 9:14
Diego Acosta García

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QUIÉN?

Asumir la responsabilidad es algo sumamente difícil de hacer. Esto lo podemos comprobar cuando las grandes tragedias solo tienen como responsables a los últimos de la jerarquía.

Prácticamente nunca ningún ministro o funcionario de alto rango se hace responsable de nada. Y mucho menos dimitir como correspondería, de acuerdo a la gravedad de los hechos.

Desde siempre esta ha sido una constante: Responsable es quién no se puede defender en función de su cargo, por lo que queda expuesto a cargar con el peso de lo sucedido.

La otra forma de eludir responsabilidades es atribuir cualquier desgracia a la “mala suerte”disaster o al “destino”. Y pareciera que con estas explicaciones nos conformamos.
Pero es evidente que estas formas del mundo son inaceptables. Sabemos que ni la “mala suerte” ni el “destino” existen en el sentido que se les pretende otorgar.

Por tanto debemos entender que como creyentes nuestras posturas deben ser diferentes. No basta con culpar a quién es el responsable último de lo que haya sucedido.

No podemos eludir que somos responsables de nuestros hechos y de los que están bajo nuestra autoridad. Siempre. Proceder de otra forma es contrariar lo establecido por la Palabra de Dios.

Cuando se pregunte quién, debemos estar dispuestos a aceptar nuestra responsabilidad. Porque por mucho que podamos eludir la justicia de los hombres, nunca podremos eludir la Justicia del Señor.

Levítico 5:4-5
Diego Acosta García

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LAS LUCHAS

Muchas veces no reparamos la desmesura que existe entre nuestras fuerzas y las de quienes son nuestros adversarios, del tipo que sean y en las circunstancias que sean.

El atrevimiento con el que actuamos es patético, porque revela hasta qué punto somos capaces de confiar en nuestra capacidad para lograr una supuesta victoria.

Esto que parece un parte de guerra no es otra cosa que trasladar los hechos cotidianos a su confrontación con la Palabra de Dios, para que seamos capaces de advertir cuál es la concerned1realidad.

En el fondo todos obramos con impetuosidad basados en la experiencia que podamos tener, creyendo que somos más poderosos de lo que en realidad somos.

Si repasáramos la Palabra de Dios con el ánimo de aprender de ella, podríamos advertir que nada de lo que nos imaginamos es real, porque nuestro potencial es mucho menos importante de lo que imaginamos.

Debemos entender que nuestras luchas las debe librar Dios, porque suya es la Victoria y suya es la Justicia. Todo lo demás es pretexto de hombres para asumir situaciones que no nos corresponden.

En la hora de enfrentarnos a quienes consideramos nuestros adversarios o nuestros enemigos, no olvidemos lo fundamental: Es el Eterno quién lucha por nosotros, para que no tengamos que asumir el peso de la derrota.

1 Crónicas 5:20
Diego Acosta García

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JUSTICIA

Cada vez que oramos clamando justicia por una situación que nos afecta, estamos en lo cierto. Es legítimo que reclamemos que se nos haga justicia.

Pero también debemos recordar que con la misma vara que pedimos que se juzgue a quién o a quienes nos han afectado, habrá otras personas que puedan pedir justicia por alguno de nuestros hechos.Dv25jl13

Y lo más importante: así como creemos que tenemos razones para pedir justicia, del mismo modo puede haber personas que crean legítimo pedir justicia por algo que hayamos hecho.

Esta situación nos debería hacer reflexionar acerca de nuestros comportamientos con las personas más cercanas y también con las que no conocemos pero que podemos haber afectado.

Porque si pedimos justicia por comportamientos displicentes hacia nuestra persona, pensemos cuantas veces hemos sido displicentes con el dolor o las necesidades de los demás.

Entender esta cuestión nos llevará seguramente a comenzar a modificar nuestros hechos, a cambiar de actitud frente a las situaciones que viven otras personas y a abandonar la arrogancia como estilo.

No estamos hablando de la justicia de los hombres. Estamos hablando de la Única Justicia valedera, la que proviene del Señor que será quién nos juzgue por todo lo que hicimos y por todo lo que dejamos de hacer.

Deuteronomio 6:25
Diego Acosta García

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JUSTIFICACIÓN

La justificación es uno de los instrumentos más utilizados por el hombre para explicar las actitudes que no se corresponden con las normas de vida que debería cumplir.

Así es que por esta vía declaramos que por la importancia de un fin quedan fuera de duda los medios que empleamos para conseguirlo, algo que evidentemente se contrapone con la Palabra de Dios.

En ese afán de justificarlo todo, también dejamos de lado todas las cuestiones relacionadas con los derechos de las personas, que en otros casos defendemos ardientemente.

La justificación es por lo tanto un instrumento que utilizamos según nuestra conveniencia y por eso nos convertimos en personas con dobleces, porque obramos según nos convenga.

Todos sabemos que Jesús justifiedestableció normas de vida que Él mismo cumplió en su ministerio terrenal, normas que ahora se pretenden para que los nuevos creyentes se adapten mejor al Evangelio.
Esa pretendida generosidad hacia quienes han aceptado al Señor, es desde luego otra justificación para explicar actitudes que contradicen con la enseñanza.

Es  posible que la justificación nos pueda servir ante y entre los hombres. Pero nunca la podremos utilizar cuando llegue el momento del Juicio, para tratar de explicar aquello que hicimos mal deliberadamente.

Job 9:1-3
Diego Acosta García

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