PELIGROSO

No es nada infrecuente que utilicemos ante una misma situación criterios diferentes, lo que conlleva una evidente manipulación de los fundamentos con los que los valoramos.

Un día para favorecer a un amigo explicamos una situación de una determinada manera, pero al poco tiempo utilizamos argumentos distintos para una situación parecida.

Es decir utilizamos argumentos que finalmente son indignos porque no son verdaderos, sino adecuados a la realidad que nos conviene o nos gustaría condicionar.peligro2

Esto es peligroso, tremendamente peligroso porque estamos perdiendo la perspectiva de la forma en que vivimos, un día de una manera y otro día de una forma diferente.

Lo más grave de estos comportamientos es que también lo hacemos con el uso que damos a los textos de la Biblia, a los que vamos adecuando según la ocasión.
Nunca debemos olvidar que la Biblia se explica a sí misma y que para entender un concepto siempre habrá que analizarlo en su contexto e incluso en el contexto total de la propia Biblia.

El peligro de utilizar argumentos distintos frente a una misma situación, es que finalmente nos estaremos apartando de lo que verdaderamente dice la Biblia y nos convertiremos en hombres y mujeres sin ninguna referencia.

Apocalipsis 22:18-19
Diego Acosta García

GESTOS

Algunas personas parecen habitar en el mundo de la grandilocuencia, donde todo es supuestamente trascendente. Tanto en lo que dicen como en lo que hacen y por la importancia que ellos mismos se otorgan.

Esa grandilocuencia los aleja del mundo real al que solo parecemos pertenecer los seres que no estamos en esa dimensión de grandiosidad y magnificencia.

Son los grandes portadores de mensajes, con grandes templos y grandes congregaciones que parecen competir por quién es el mayor y por quién es el mádeci2s influyente.

Pero y el Señor y su mensaje? Tristemente pareciera que para muchos de estos grandilocuentes hombres, es más importante el mensajero que el mensaje, trastocando el orden natural de las cosas.

Por eso frente a esta grandilocuencia nos queda recordar el ministerio terrenal de Jesús, que no tuvo donde recostar su cabeza.

Jesús nunca fue grandilocuente sino que fue auténticamente trascendente y en eso radica la enorme diferencia con los hombres que pensamos que lo podemos superar con nuestros logros materiales.

Volver a Jesús a su grandiosa e incomparable humildad nos acercará también a los pequeños gestos que sumados día tras día pueden hacer que podamos decir que hemos servido y no nos hemos servido.

Proverbios 15:33
Diego Acosta García

EJEMPLOS?

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos sujetos a una presión permanente que algunos soportan mejor que otros, pero que desde luego existe.

Esa presión nos hace a veces buscar ejemplos de una tremenda frivolidad pero que ejercen como una especie de alivio, hacia aquello que nos perturba.

Así es como nos vamos creando supuestos frivolous1consejeros que nos dicen aquellas cosas que precisamos escuchar, no por buenas sino por gratas a nuestros pensamientos.

Nos alejamos de la realidad con una velocidad impresionante y comenzamos a vivir en un mundo donde todo nos resulta posible y donde parece que la sombra de la maldad se ha desvanecido.

Esos ejemplos ficticios son los que finalmente terminan guiando todo lo que hacemos, olvidando que lo fundamental es vivir de acuerdo con las normas del Eterno.

Lo más cruel de todo esto es que el día en que tratemos de recuperarnos, advertiremos que los ejemplos en los que creímos son iguales a nosotros, hombres y mujeres sin rumbo y viviendo sin pensar en nada.

Es tiempo que despertemos de todas las ensoñaciones y seamos fieles a lo que debemos ser fieles, ignorando los ejemplos perturbadores del mundo que nos apartan de los principios de la Salvación.

Isaías 47:12
Diego Acosta García

BUENA VIDA?

Durante muchos años a una determinada forma de vivir la consideramos la mejor posible, tanto es así que la considerábamos la “buena vida”, e incluso la proponíamos como un ejemplo para los hombres que nos rodeaban.

Este convencimiento sin duda contribuyó a disimular lo que verdaderamente estaba ocurriendo, que no era otra cosa que perder el matrimonio, alejarnos de los hijos.familien3

A eso le llamábamos la “buena vida” porque nos creíamos libres para hacer lo que nos pareciera, para disfrutar de todo el tiempo que teníamos libre al alejarnos de la familia.

Podríamos decir que éramos devotos de esta forma de vivir, considerando a quienes llevaban una vida normal, personas aburridas que se estaban perdiendo muchas cosas importantes.

Sin embargo cuando aceptamos al Señor, tardía y duramente advertimos el gravísimo error que habíamos cometido al pensar que estábamos disfrutando de la “buena vida”.

Entonces comprendimos que destruir la familia, alejarnos de los hijos no era lo que pensábamos, sino todo lo contrario y que por mucho que lo lamentáramos eran tiempos que nunca podrían recuperarse.

Por eso no aceptemos la mentira del enemigo a propósito de la “vida buena” y seamos capaces de enfrentarnos con valentía y decisión a defender la VIDA BUENA que es vivir con la familia que Dios nos ha dado.

Deuteronomio 12:7
Diego Acosta García

REPENSAR

Seguramente todos habremos leído el pasaje en el que Jesús elige a los doce hombres que lo acompañarían en su ministerio terrenal, incluso al que lo traicionaría.

En esa decisión se cumple rigurosamente el Plan de Dios para la salvación de la especie, luego de lo ocurrido con nuestros padres Adán y Eva y su rebeldía inaugural.

Si todos hemos leído la elección de los doce discípulos también habremos leído las responsabilidades que tenían que asumir para extender el Reino en la tierra.

Esas mismas responsabilidades son las que tenemos cada uno de nosotros en los tiempos en los que nos toca vivir, tan difíciles y tan peligrosos como en su momento working4lo fue el tiempo de Jesús.

No estamos estableciendo una comparación, sino que estamos expresando que si los doce primeros hombres que acompañaron a Jesús no tenían excusas, tampoco las tenemos en este tiempo.

Jesús eligió a los doce y también a nosotros para predicar el Evangelio, con autoridad para sanar enfermos y para echar fuera demonios, cuestiones que tienen plena validez en este día y en todos los que viviremos.

Es importante repensar lo que leemos para que comprender que el tiempo de los verbos no ha cambiado. El mandato fue presente y futuro para los discípulos y es presente y futuro para cada uno de nosotros.

Marcos 3:14-15
Diego Acosta García

APRENDER

Hay momentos en los que podemos llegar apensar que estamos en condiciones de enseñar porque todo lo que debíamos haber aprendido, ya lo sabemos.

Podríamos decir que estamos frente a una especie de soberbia intelectual en la que nos concedemos un grado de autoridad, que nadie nos ha concedido pero que creemos que es absolutamente merecido.

Esta actitud nos inhibe frente a lo podríamos llamar el crecimiento personal, porque creemos que ya estamos en condiciones de afrontar todos los requerimientos que se nos presenten.study2

Verdaderamente podemos decir que ya lo sabemos todo? Verdaderamente podemos decir que estamos por encima de los demás por nuestro nivel de conocimientos?

Todo induce a pensar que la respuesta es negativa y que las preguntas pueden revelar el alto grado de soberbia y vanidad que está imperando en nuestra vida.

Si trasladamos la cuestión al mundo espiritual todo se complica y se agranda de una manera inimaginable, porque nos estaríamos atribuyendo un nivel de sabiduría que es imposible de alcanzar a los hombres.
Acerquémonos al Señor, abandonemos la soberbia de sentirnos sabios y pidamos al Espíritu que nos ayude a seguir creciendo, que nos ayude a estudiar aquellas cosas profundas que todavía ignoramos.

Salmos 119:66
Diego Acosta García

AGRADAR

Es conmovedor apreciar cuando una persona se esfuerza por lograr la aceptación de quienes lo rodean o más específicamente de otra persona que se encarga de demostrarle que la ignora.

Seguramente todos hemos vivido una situación como esta y seguramente todos hemos sentido ese dolor interior que produce el sentirse rechazado o no admitido.

En cualquier circunstancia esta amenaza sutil y a la vez concreta aparece y entonces nicedebemos enfrentarla con decisión para que no termine por acabar con nuestra fortaleza espiritual.

Pablo advirtió que no debemos buscar agradar a nadie. Esta afirmación es tan categórica que pareciera desmesurada, pero sin embargo encierra una enorme verdad.

Es cierto que hay personas que tienen más simpatía natural que otras, pero no es menos cierto que esa forma de aceptación por lo agradable es efímera y completamente mundana.

Pablo enseñó que no estamos en el mundo para agradar a nadie y mucho menos con nuestro mensaje relacionado con las cuestiones superiores de las que Él hablaba.

Aprendamos de una buena vez que buscar agradar o ser aceptados, no es una cuestión que se origine en lo espiritual, sino que es una cuestión que tiene una profunda marca de lo que el mundo intenta imponernos.

Gálatas 1:10
Diego Acosta García

SUEÑOS

Hay personas que viven en el límite entre lo que es la realidad y la otra realidad imaginaria y que pasa a formar parte de su día a día con completa normalidad.

En nuestra imaginación, creemos que aquellas cosas del mundo que son tremendamente atractivas pueden estar a nuestro alcance, ignorando los altos tributos que se deben pagar en el altar de la notoriedad o del éxito.sueños

La historia de los egos y de las vanidades de las personas en las que nos vemos reflejadas y a las que tomamos como referencias, nos parecen llenas de ese vigor que podría ser capaz de conquistar hasta lo imposible.

Lo que no sabemos es cuántas renuncias tuvieron que realizar a su dignidad, a los ideales que tal vez alguna vez fueron distintos hasta que cayeron presos de su propia vanidad.

Por eso decimos que hay una realidad y una realidad imaginaria. La verdadera es la que nos muestra a supuestas grandes personas con sus miserias, sus maldades e incluso con sus delitos.
Nunca olvidemos que el Único modelo que debemos de tener es el de Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre, para que no nos inventemos sueños que pueden destruir incluso, hasta nuestra propia vida.

Deuteronomio 13:1-3
Diego Acosta García

DOLOR

 

Cuando vamos a un hospital a causa de un malestar físico, seguramente clamamos por sanidad y porque se nos alivien los dolores que padecemos y deseamos que quienes nos atiendan sean usados por el Señor.

El dolor físico nos transporta a una realidad que pretendemos ignorar y sobre la que ni siquiera deseamos pensar, porque apartamos el tema de nuestra mente con la mayor rapidez.

Pero el dolor existe, el padecimiento físico existe y la penuria de soportarlos existe, de manera que nos enfrentamos a la más cruda realidad de un cuerpo humano maravilloso pero a la vedolor2z vulnerable.

Como siempre deberíamos hacer cuando estamos en el trance de esperar que nos atiendan en un hospital, sofocados por nuestro padecimiento, ese es el preciso momento de interceder por los demás.

Por otros hombres y mujeres anónimos, que muchas veces en la más conmovedora soledad, afrontan el dolor sin tener la misericordia que nosotros podemos encontrar en el Señor.

Esas personas que no entienden que en todo hay un propósito, que en cualquier circunstancia por tremenda que nos resulta está la Voluntad Soberana del Creador, para hacernos crecer.

En la hora del dolor busquemos más que nunca al Eterno para que podamos entender que es lo que se propone con nosotros y para ayudar a los demás a que puedan comprender su existencia y encontrar su ayuda.

Salmos 32:10
Diego Acosta García

CONFUSIÓN

En nuestra condición de creyentes más de una vez nos habremos encontrado con situaciones donde nos resultaba bastante difícil de entender lo que ocurría.

No solamente de entender lo que estaba pasando, sino también que actitud deberíamos asumir frente a determinados hechos y lo que es más importante, como pronunciarnos sobre ellos.

Especialmente difíciles son las situaciones que se generan en las propias congregaciones, donde por principio somos todos iguales poconfur lo que los conflictos asumen otras dimensiones.

Se ha repetido tantas veces una frase popular,  “el que calla otorga” que pareciera que ha obtenido la condición de verdad absoluta, cuando en realidad es una frase más. Porque el silencio es prudencia.

La confusión gana rápidamente posiciones en nuestro interior, porque es lo contrario de la certeza y por tanto está más próxima a las emociones y a los sentimientos que distinguen a los humanos.

Por esta razón podemos tener la seguridad que la única manera de enfrentar la confusión es confrontando la situación que la genera, con la Palabra.

Es la única herramienta idónea para valorar cualquier situación frente a la  debamos definirnos. La Palabra nos dará siempre la tranquilidad de que en medio de la confusión, surgirá su mayor enemiga: La Verdad.

2 Crónicas 19:9
Diego Acosta García