INDOLENTE

 

INDOLENTE

DEVOCIONAL

Me sorprendo como poco a poco voy aceptando cosas que están mal, como si el tiempo fuera capaz de limar las asperezas de situaciones que no debería tolerar.

Cuando pienso en esta cuestión, la atribuyo a la indolencia con la que vivo, porque en lugar de tener posiciones firmes, me debato entre mis obligaciones y las propuestas del mundo.

No cabe ninguna duda que este debate, es el peor resultado que puede haber en cuanto a las certezas que debemos de tener quienes nos llamamos hijos de Dios.

Ser indolente, me lleva a olvidarme que hay principios que son innegociables y de obligado cumplimiento y por lo tanto no pueden estar sujetos a opiniones o consideraciones interesadas.

Combatir la indolencia es una gran propuesta que me he planteado, para buscar ser digno ante el Eterno y su Majestad. No basta con declararme creyente, debo practicarlo tanto como el respirar.

Proverbios 12:27
El indolente ni aun asará lo que ha cazado;
pero haber precioso del hombre es la diligencia.

Provérbios 12:27
O preguiçoso não assará a sua caça,
mas o bem precioso do homem é ser diligente.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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