SANO

ANTIVIRUS

Cada día aparece un comentario relacionado con nuestra salud, con recomendaciones de todo tipo.

Se nos habla de cuidar nuestros hábitos, de dormir lo necesario, de beber agua, no llevar una vida sedentaria y también de la necesidad de caminar y hacer ejercicios.

Lo mismo ocurre con la alimentación y como nunca tanto, también se nos recomienda que comer, como combinar los alimentos y que debemos de quitar de la dieta cotidiana.

Está bien tanta preocupación, solo que en la mayoría de los casos es contradictoria. También un día se nos recomienda que bebamos mucha leche y otro, que debemos de tomar cuidado para no ingerirla en demasía.

Y lo mismo ocurre con otros alimentos, que un día son buenos y al siguiente no lo son tanto. Y así nos debatimos en el tema de la salud, sin saber muy bien qué consejo seguir y cuales desechar.

Con todo no se habla de lo esencial: Y qué ocurre con nuestro espíritu? Lo sometemos al budismo del yoga, como se nos sugiere permanentemente? O miramos hacia lo alto buscando a quién nos ha Creado?

De esto no se nos habla, porque generalmente quienes se preocupan tanto por el cuerpo, se olvidan o no quieren saber de lo fundamental.

Diego Acosta