NOSTRADAMUS…

Blog del TIEMPO

En los tiempos difíciles aparecen inevitablemente los falsos profetas, los hombres o mujeres que se arrogan el derecho de decir cualquier cosa especulando con la facilidad con la que olvidamos todo.

Lo grave es que el daño que causan es tremendo, porque siempre ha habido y habrá personas más propensas a creer todo, a emocionarse con todo, a preocuparse con todo.

Por estas razones en tiempos de incertidumbre mayúscula y justificada como el que vivimos, es necesario más que nunca de ser cautos en el análisis de todo lo que leemos, nos cuentan o vemos.

El catastrofismo es una ciencia perversa que altera las mentes y los corazones de las personas influenciables, por tanto es nuestro deber tratar de ser prudentes en todo lo que se pueda.

Los catastrofistas vuelven a utilizar a su emblema más eficaz que es el médico francés Michel de Notre Dame, más conocido como Nostradamus, que dejó para la reina Catalina de Medicis, profecías que le fueron abonadas generosamente.

Lo más curioso de esta historia, es que hay quienes confían en este hábil vendedor de historias que literalmente son incomprensibles y por tanto de dudosas interpretaciones. Mucho más cuando fueron escritas en la primera mitad del siglo XVI. Además de profecías escribió un libro llamado Tratado de la belleza y las confituras.

Esos mismos que confían en Nostradamus, se niegan a creer en las profecías cumplidas y por cumplir que se encuentran en la Biblia. Es tiempo de reflexionar y una vez más preguntarse si estamos con Dios o con los falsos profetas.

Diego Acosta

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