PARA EL PRÓJIMO

DEVOCIONAL

Por circunstancias muy especiales, estaba yo cocinando para un querido amigo. Tenía los ojos llorosos y las manos impregnadas de olor a cebolla.

Tenía la sensación que lo que estaba haciendo era impropio de mí, porque entre otras cosas nunca haría ninguna comida que tuviera cebolla.

Como casi siempre el Espíritu me inquietó llevando mi pensamiento a las enseñanzas de Jesús: Por que me diste de comer cuando tuve hambre…

Una cuestión tan sencilla y cotidiana como es preparar una comida, se convirtió en una verdadera lección práctica de lo que realmente significa trabajar para el Prójimo.

No debe importarnos si lo hacemos bien o mal, ni tampoco si es de nuestro agrado. Simplemente lo debemos hacer porque es bueno para la otra persona.

Recordando esto, nos acercaremos a Jesús, que nos mostró con su mansedumbre y humildad, que significa servir al Prójimo. Maravillosa enseñanza que jamás debemos olvidar.

Marcos 12:31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.

Diego Acosta / Neide Ferrerira

UN HOMBRE SABIO

DEVOCIONAL

Leía y escuchaba los pensamientos de un siervo de Dios, qué en los tiempos finales de su vida, sigue transmitiendo todo aquello que recibió de lo Alto.

Resultó sorprendente comprobar como el Espíritu había dado Revelación y también un vuelo muy especial a sus palabras, por lo que resultaba doblemente agradable la importancia del mensaje.

Entonces me vino el pensamiento sobre qué actitud debemos de guardar frente a esta clase de hombres, que verdaderamente son muy pocos.

Está claro que podríamos desear, anhelar ser como ellos y a la evitar que la envidia gane nuestro corazón. Y entonces comenzar a recibir a toda la profundidad de la predicación.

Anhelar ser como esta clase de hombres es legítimo, siempre y cuando busquemos verdaderamente a Dios y estemos dispuestos a pagar el costo de intentar una vida en santidad y de servicio.

Si lo envidiamos, caeremos en la frustración. Sin embargo sí pedimos Sabiduría, podremos dar gracias por la oportunidad de escuchar a un siervo, hablando con los pensamientos del Eterno.

Proverbios 28:2 Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable.

Diego Acosta / Neide Ferreira

LA PALABRA CLAVE

DEVOCIONAL

Aunque tardemos bastante tiempo en saberlo, siempre llega el momento de conocer o de entender cuál es el Propósito que Dios tiene para tu vida.

La confirmación puede llegar de la manera más inesperada y sin dejar a dudas con relación a lo que verdaderamente quiere significar el mensaje recibido.

Como no hay mayor testimonio de la Verdad revelada, que la que podamos exhibir como la de nuestra propia vida, confieso con sencillez que en la palabra Perseverar está la clave de muchas cosas.

Perseverar en lo bueno y en desechar sin vacilación, todo aquello que contamina la relación personal con Dios, buscando y anhelando la santidad que es imposible de alcanzar, con nuestro esfuerzo.

En este día muy especial para mí, dejo el testimonio de mi agradecimiento al Señor por su generosidad y por guardarme desde siempre.

Y también por hacerme comprender, para qué he sido apartado!

 Salmo 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Diego Acosta / Neide Ferreira

DAR EL DIEZMO

DEVOCIONAL

Dos hermanos muy buenos amigos míos, sostienen desde hace tiempo una discusión, que por momentos se torna áspera, por la rigidez y vehemencia que ponen al defender sus argumentos.

No por reiterados, ninguno influye sobre el otro, poniendo en duda la necesidad de dar el diezmo y la enérgica oposición de su oponente en la doctrina.

Lo cierto es que todas las veces que he intentado mediar ha sido imposible, porque las posiciones se mantienen irreductibles y hasta diría, que cada vez más enconadas.

La cuestión del diezmo ha sido y es motivo de debate y tengo la certeza de que en el fondo se trata de una actitud del corazón. Hay generosidad o no la hay.

Porque si realmente la hubiera, no sería necesario discutir ninguna postura teológica. Simplemente daríamos el diezmo con alegría en el corazón.

Dios no precisa de nuestro dinero para concretar su Plan para los hombres. Pero sí precisa que haya en nuestro corazón grandeza y no la pequeñez de debatir sobre entregar nuestro diezmo. Solo con esa disposición, entenderemos el mandato de Jesús de ayudar al Prójimo.

Génesis 14:20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

 

POCA FE

DEVOCIONAL

Invariablemente cuando recuerdo sobre la forma en que Jesús debía reprender a los discípulos, a causa de su poca fe, tengo un sentimiento de sorpresa muy grande.

Pero un día el Espíritu me advirtió acerca de mi actitud. Si yo estuviera en el lugar de los discípulos, la situación no sería la misma?

No me tendría que reprender el Hijo del Hombre, a causa de mi poca fe?

Estas preguntas me llevan a la conclusión de que es muy fácil ver los errores en las demás personas y tremendamente difícil verlos y aceptarlos en mi propia existencia.

Jesús es la Verdad y por eso amonestaba a quienes estuvieron durante años a su lado. Si no lo hubiera hecho, podría haber dejado en el ánimo de esos hombres sencillos, la idea de que eran especiales por estar a su lado…y además casi perfectos.

Exactamente como es mi caso. Soy sencillo, pero ni soy especial ni soy perfecto…soy un hombre que precisa ser amonestado cada día, a causa de mi poca fe.

Mateo 16:8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?

Diego Acosta / Neide Ferreira

LAS SEMILLAS

DEVOCIONAL

Una editorial está realizando una promoción para la lectura de la Biblia, utilizando un sobre que tienen en su interior semillas de mostaza.

Aluden así a las palabras de Jesús…

Y la verdad que algo tan sencillo está causando mucho impacto. Este episodio nos hizo recordar las palabras del líder de una iglesia que hace muchos años fue una gran bendición.

Él declaró que el marketing del diablo era excelente y el de los evangélicos…desastroso, aludiendo a la pobreza del mensaje que se emitía desde las iglesias.

Mencionar al diablo y al éxito de su marketing fue sorprendente, porque no era muy usual ni hablar de satanás en esos términos y mucho menos emplear una palabra tan propia de lo mundano.

Sin embargo provocó su efecto, porque el liderazgo de su iglesia reaccionó y hubo un cambio importante en el mensaje evangelizador. Es lo mismo que se espera con los sobres con las semillas de mostaza.

Siendo como es, Dios Creador, por qué no lo imitamos y cambiamos nuestras actitudes?

Mateo 13:32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

LA VEJEZ

DEVOCIONAL

Resulta dramático ver como hay hombres y mujeres que combaten con denuedo los síntomas de la vejez, principalmente los que resultan evidentes.

De tan dramática que es esta lucha, resulta patética, pues por mucho que hagamos los mortales, el paso del tiempo es inexorable y debería ser aceptado como tal.

Recuerdo que cuando era niño me maravillaba ver la cabeza blanca de mi abuela y lo contenta que estaba ella con sus canas y como las cuidaba.

Desde entonces me pareció natural que hubiera personas jóvenes y otras mayores compartiendo el mismo tiempo, porque así es el ciclo de la vida que Dios estableció.

Por tanto de nada vale disimular o combatir el paso del tiempo, porque es absolutamente inevitable y representa una actitud de rebeldía hacia el Eterno que así lo ha determinado tras el pecado de Adán y Eva.

Seamos sabios y no luchemos contra la edad. Demos gracias por cada año que nos ha sido concedido.

Proverbios 19:20
Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

 

EL TRISTE ÉXITO

DEVOCIONAL

Infelizmente el mundo parece habernos convencido de la necesidad de convertirnos en personas exitosas. Por lamentable y casi inadmisible que resulte, esta parece ser la realidad.

Tener éxito es tener también la posibilidad de exhibirnos ante la sociedad, como auténticos ejemplos de superación y formar parte del exclusivo núcleo de triunfadores.

Todo esto es doblemente triste, por cuánto es algo que perturba el corazón de muchos, que entienden que ese es el buen camino, sin saber que no lleva a ninguna parte.

Y lo más grave todavía: que hay muchos que no quieren saber y otros lo ignoran, que el éxito del mundo, es la paga que recibirán quienes lo busquen y lo deseen.

El mezquino y esquivo éxito del mundo, será la paga para quienes lo persigan como un objetivo personal, perdiendo lo más importante que es la Bendición de la Salvación y la Vida Eterna.

Jesús vino a nosotros para darnos Vida, no para darnos éxitos.

Mateo 16:27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

Diego Acosta – Neide Ferrreira

LAS DECISIONES

DEVOCIONAL

Desde siempre el hombre se ha visto enfrentado a tomar decisiones, que luego tienen una trascendencia definitiva, no solo para sus vidas, sino también para las del resto de personas.

El ejemplo más grande lo tenemos en nuestros padres Adán y Eva, que decidieron prestar oídos al enemigo simbolizado por la serpiente.

Lo asombroso es que seguimos repitiendo las decisiones equivocadas, porque no somos capaces de romper con nuestra humana condición que nos convence de que todo lo podemos, nada más que porque somos personas.

Un argumento tan siniestro, como el del diablo cuando engañó a nuestros padres, que no advirtieron que se les ofrecía lo que ya tenían, porque Dios se los había concedido.

Este ejemplo contrasta dramáticamente con otras decisiones que tomaron otros hombres, cuando comprendieron que la Única opción posible, es la de ser fieles a Dios.

Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Diego Acosta / Neide Ferreira