CALMA…DIOS SABE TODO

DEVOCIONAL

Tanto en la alegría como en la aflicción, nuestro ánimo sufre peligrosos movimientos que nos llevan desde sentirnos poderosos hasta hundirnos en la depresión.

Por qué nos comportamos de esta manera?

Creemos que por falta de confianza en el Todopoderoso, porque ignoramos tanto en un caso como en el otro, que ÉL sabe qué cosas somos capaces de soportar.

Si nos sentimos hombres especiales o si nos angustiamos hasta casi lo infinito, sencillamente es porque está fallando nuestra percepción de quién es realmente Dios.

Nunca podríamos creernos seres superiores, si tuviéramos la verdadera perspectiva de quién nos ha Creado. Del mismo modo tampoco deberíamos hundirnos por el dolor.

Cuando afirmamos que Dios Sabe la medida de nuestra capacidad tanto para la alegría como para el sufrimiento, tenemos plena conciencia de su Poder.

ÉL nos ha prometido que nunca tendremos más de lo que podamos soportar. Entonces por qué reaccionamos perdiendo la calma?

Diego Acosta / Neide Ferreira

VIVIREMOS MAÑANA?

 

DEVOCIONAL

Una pregunta que seguramente no nos haremos con frecuencia y está relacionada con nuestra existencia en el tiempo.

Y por qué no lo hacemos?

Sencillamente porque esa parte del futuro no nos interesa saberla. En el fondo, todos o casi todos obramos como si fuéramos a vivir sin límite de tiempo.

Lo curioso es que no fantaseamos con la idea de la inmortalidad, llamándola de esa manera. Pensando que vamos a vivir más de lo que sería razonable.

Sanos, con la mente brillante y con la sabiduría plena de quienes son ejemplares, probos, dignos. En suma un auténtico ejemplo para propios y extraños.

Confieso que me identifico con muchos de los términos expresados, pero arrepintiéndome de mi torpeza y de mi falta de sentido común.

Confiando como confío en las decisiones Soberanas del Dios Todopoderoso, del Dios de Israel. En ÉL confío mi futuro.

Génesis 3:19 con el sudor de tu frente comerás hasta que vuelvas a la tierra;; pues porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Diego Acosta / Neide Ferreira

ESPINAS HIRIENTES

 

DEVOCIONAL

En algunas ocasiones las revelaciones del Espíritu son impactantes, tremendas porque nos sitúan en una realidad que ni siquiera nos podíamos imaginar.

Una de ellas es la relacionada con las malas palabras o los insultos que decimos, en algunos casos como el mío, constantemente aunque termine de justificarme que muchas de ellas tienen un origen casi folklórico.

Pero lo cierto es que deberíamos saber, que cada mala palabra o insulto que pronunciamos, es una ofensa. una espina hiriente en los oídos Santos del Padre.

Tenemos espinas en la boca?

Por asombroso que resulte, es lo que el Espíritu nos emplaza a imaginar y entonces pensemos: Que haríamos con las espinas en nuestra boca?

Cada vez que decimos alguna inconveniencia, añadimos otra espina a las que ya habían y en una cadena sin fin, iríamos agregando esos perturbadores elementos que podrían destruir nuestra boca.

Todavía seguiremos hablando malas palabras o insultando?

Efesios 4:31
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

Diego Acosta / Neide Ferreira