LA DESPEDIDA

DEVOCIONAL

En horas muy amargas un creyente, ha dejado un maravilloso ejemplo de fe y de confianza en el Señor, al aceptar la muerte de su joven esposa.

Quienes fuimos conmovidos por su desaparición, nos sentimos reconfortados con el mensaje de su esposo, mostrando como obra el Consuelo maravilloso del Espíritu en la vida de las personas.

Resulta conmovedor comprobar como el esposo consoló a quienes estábamos muy tristes y pesarosos, por la desaparición de la que fue su amada compañera.

Este ejemplo debe alentarnos a buscar al Dios Todopoderoso, para saber que sus designios son inescrutables y para aceptarlos aunque sean dolorosos e incomprensibles para la mente humana.

En la hora del dolor solo el Eterno puede darnos el Consuelo y el aliento, porque es una expresión de su Amor sobre nuestras vidas y de su Misericordia en la hora de una pérdida irreparable.

Nos alienta el mensaje de fe de un joven esposo y la certeza del reencuentro cuando nos llegue la hora de estar frente al Trono de la Gloria.

Salmo 94:22
Mas Jehová me ha sido por refugio,
y mi Dios por roca de mi confianza.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

OBRAS DE REBELDÍA

DEVOCIONAL

Un amado maestro me enseñó que la Biblia, era la inspiración de Dios desde el primer versículo de Génesis hasta el último de Apocalipsis y por tanto estaba obligado a leerla completa.

En realidad me estaba diciendo que tenía que leer aquello que me gustaba y también lo que me confrontaba con mis propios hechos, la mayoría de los cuales estaban errados.

Y esto que es una Verdad para mí y para todos los creyentes, adquirió una especial relevancia cuando Jehová habló al pueblo de Jerusalén, que se había abandonado al culto de otros dioses en los huertos de los alrededores de la Ciudad Santa.

A través del profeta Isaías les advirtió que lo hacían eran actos de rebeldía y tanto ellos como autores y los propios huertos, como obras de sus manos arderían por el castigo de su maldad.

Esta advertencia está pendiente sobre mis obras y mi vida que están siendo juzgadas por mis rebeldías.

Isaías 1:31
Y el fuerte será como estopa,
y lo que hizo como centella;
y ambos serán encendidos juntamente,
y no habrá quien apague.

Diego Acosta / Neide Ferreira

DIOS BENDICE A SU HIJO

DIOS BENDICE A SU HIJO

Una vez consumado al bautismo de Jesús en el río Jordán, por Juan, se registra también un hecho Grandioso: La Bendición de Dios sobre su hijo.

MATEO 3:17:  Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Quienes tuvieron en su vida la certeza de la venida del Mesías, encuentran la correspondencia de esta Bendición con varios textos del Antiguo Testamento.

Salmo 2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.

Este versículo tiene una especial significación para los mesiánicos, por cuanto anunciaba que el Rey de Israel era el Hijo de Dios, por lo que el Mesías vendría a la Tierra en calidad de Rey.

Isaías 42:1 He aquí mi siervo, yo le sostendré;
mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento;
he puesto sobre él mi Espíritu;
él traerá justicia a las naciones.

Isaías 52:13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto . Con este versículo se inicia el pasaje que es conocido como el Sufrimiento del Siervo de Jehová. Y que finaliza con el versículo 53:12: Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

La Gloriosa Bendición del Eterno sobre su Hijo, nos revela como toda obra que iniciemos, siempre debe de tener la Bendición del Altísimo. Así comenzó el Ministerio Terrenal de Jesús.

Diego Acosta

EL VENENO DE LA ENVIDIA

DEVOCIONAL

Más de una vez he pensado, como es que existen personas con tanto talento, tomando como medida mi propia capacidad.

Este es el típico caso en el que debemos cuidar nuestro corazón, porque en ese pensamiento se puede incubar la envidia o también la sabiduría.

Si genera la envidia, es porque hemos caído en la torpeza de la comparación, olvidando algo esencial: Que Dios nos ha Creado a todos diferentes y por tanto es imposible compararnos!

Por tanto no debemos envidiar a nadie, porque no sabemos ni como es su vida, ni sus problemas y tampoco sabemos cuál es el Propósito que el Eterno tiene para con él.

Por el contrario si en lugar de envidiar pedimos Sabiduría de lo Alto, comprenderemos que es bueno estar al lado de alguien de talento porque entonces podremos aprender de él.

La envidia es un veneno y la Sabiduría el antídoto.

Proverbios 23:17
No tenga tu corazón envidia de los pecadores,
antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo
.

Diego Acosta / Neide Ferreira

EL CUBO DE AGUA

DEVOCIONAL

Me preocupa y mucho cuando alguien afirma que Dios lo ha abandonado, que no le habla, que no le contesta. Por qué razón? Porque pienso que esa persona está distraída o verdaderamente no le interesa lo que el Eterno tiene para decirle.

Por el contrario, creo que el Altísimo siempre habla, siempre tiene una enseñanza, una advertencia. Otra cosa distinta es que lo que me tiene que hablar, enseñar o avertir, me guste.

Y en eso radica el fondo de la cuestión. Como sucedió cuando se anunció que iba a haber un corte del servicio de agua durante varias horas. Inmediatamente hicimos la previsiones, pero ocurrió algo muy importante.

Cuando estaba llenando un cubo de agua, el Señor me recordó la parábola de las diez vírgenes y de las cinco que fueron previsoras y tenían aceite para sus lámparas.

Dios habla?

Siempre habla, aunque en este caso fue para enseñarme que si no hubiera escuchado la advertencia, hubiera lamentado la falta de agua.

Y para recordarme que no sólo tengo que llenar cubos y sino que debo cuidar que mi vaso de aceite del Espíritu siempre debe estar lleno.

Deuteronomio 5:24
Y dijisteis:
He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza,
y hemos oído su voz de en medio del fuego;
hoy hemos visto que Jehová habla al hombre,
y éste aún vive.

Diego Acosta /( Neide Ferreira