Los libros que leemos

DEVOCIONAL

En mi caso la cuestión de leer es una larga experiencia que se remonta a cuando apenas comenzaba la adolescencia. Y como soy un lector podría decir que compulsivo, es casi imposible saber cuántos títulos han pasado por mis manos.

Y también por mi mente y como es natural por mi corazón, dejando distintos recuerdos, enseñanzas y también muchas dudas. Pero en el fondo, hay en la lectura una forma de búsqueda constante.

Después de aceptar a Jesús como mi Salvador, la perspectiva de la lectura cambió rotundamente, centrándome prácticamente solo en la Biblia.

Pero hay algo que mantuve, como una costumbre casi insuperable: Mi afán por la lectura de algún tipo de obra, que tiene que ver con lo mundano y con la historia.

Muchas veces me he planteado si esta actitud estaba bien o estaba mal. Y la respuesta que siempre he tenido, es que ninguno, me podrá influir jamás, más que la Palabra de Dios. No sé si es una respuesta de conveniencia, pero sí la certeza sobre la Biblia.

Lucas 4:16
ES –
Vino a Nazaret, donde se había criado;
y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre,
y se levantó a leer.

PT – E, chegando a Nazaré, onde fora criado,
entrou num dia de sábado, segundo o seu costume,
na sinagoga e levantou-se para ler.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

El Bautismo en nombre de Cristo Jesús – JESÚS Y MATEO XXV

Mateo planteó como hombres y mujeres nacemos de nuevo,
con independencia de nuestra edad biológica,
cuando dejamos el pasado tras el arrepentimiento de nuestros pecados.
Este nacimiento nos lleva a ser nuevas criaturas
y a vivir como el Señor estableció.
JESÚS Y MATEO

Qué ejemplos les damos a los jóvenes?

Con demasiada frecuencia criticamos a nuestros jóvenes,
sin pensar que las generaciones
que tenemos más años que ellos,

seguramente no somos un buen modelo
en cuanto a la frivolidad en que vivimos
y al mundo que les dejamos.

Diego Acosta – Blog del TIEMPO

Escándalos de líderes evangélicos

ANTIVIRUS

Algunos recientes y escandalosos episodios relacionados con el liderazgo de iglesias evangélicas, actualizan una cuestión sobre la que es necesario insistir.

Nadie ha proclamado que las iglesias evangélicas sean perfectas, con líderes perfectos y con congregaciones perfectas. Hacerlo es una necedad total.

Simplemente se debe afirmar que las iglesias están formadas por hombres con todo lo bueno y con todo lo malo que eso significa.

Lo que es evidente, que en ningún caso ni por ninguna razón se debe mezclar a Dios con la valoración de las iglesias. El Eterno es la perfección y ÉL ha proclamado que se glorifica en la debilidad de los hombres.

Por tanto el argumento de que siendo imperfecta la iglesia, afecta también a la Majestad del Creador, además de equivocado es profundamente temerario y perverso.

Con serenidad y firmeza, asumimos los errores de algunos líderes, del mismo modo que asumimos los errores de la sociedad en la que vivimos.

Solo que con este gesto, proclamamos la infinita Perfección de Dios!

Diego Acosta

La gran enseñanza de Noé

DEVOCIONAL

Hay pocos hombres en la historia, que puedan aproximarse a los extraordinarios acontecimientos que vivió Noé, el hijo Lamec y nieto de Matusalén, el hombre más viejo de la Biblia.

Pocas cosas hay más impresionantes que su obediencia y firmeza de convicciones, por cuanto a lo largo de más de 120 años perseveró en construir el arca que le había mandado que hiciera Jehová.

Y también ser protagonista de la desaparición de la vida en la tierra, tras el diluvio de 40 días y 40 noches, por la maldad de sus contemporáneos.

Ese hombre notable, se embriagó y sus hijas cometieron un acto condenable, que tuvo graves consecuencias en las vidas de muchas personas.

Esto nos hace depositarios de una enseñanza que nunca deberemos desechar. Nadie está exento de caer en el pecado, en cualquier momento y en cualquier circunstancia.

Todos los esfuerzos que hacemos en vana-gloriarnos, los deberíamos emplear en guardarnos pero de nosotros mismos, ya que somos el enemigo más cercano que tenemos.

1 Corintios 10:12
Así que, el que piensa estar firme,
mire que no caiga.

1 Coríntios 10:12
Aquele, pois, que cuida estar em pé,
olhe que não caia.

 Diego Acosta / Neide Ferreira