POMPAS

DEVOCIONAL

Aciertan quienes llaman al Capítulo 24 del Evangelio de Mateo, como el pequeño Apocalipsis.

En verdad Jesús anunció muchas de las cosas que están ocurriendo en  nuestros días y que podemos verificar como el cumplimiento de que nos estamos acercando al fin de los tiempos.

El Hijo del Hombre, nos advirtió que no nos dejemos engañar. Es sorprendente que sea precisamente este el primer anuncio, lo que nos compromete a estar escudriñando a todo y a todos en forma permanente.

El mundo cada vez más atrevido y osado, nos plantea cuestiones que solo tienen un único objetivo: Apartarnos del Eterno!

Más que torpe sería si sabiendo esto, me dejo llevar por la complacencia de una sociedad que me permite todo, que me festeja todo y que me atonta con su frivolidad.

Está claro que es más fácil y cómodo vivir como me propone el mundo, a tener que hacerlo con las normas de Dios. Solo que las consecuencias serán tremendamente diferentes: con el mundo tendré el sufrimiento eterno y con el Todopoderoso la Vida Eterna.

Todo lo demás, son meras pompas de jabón.

Mateo 24:4
Respondiendo Jesús,
les dijo:
Mirad que nadie os engañe.

Mateus 24:4
E Jesus, respondendo,
disse-lhes:
Acautelai-vos, que ninguém vos engane.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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AUTORIDADES

 

Blog del TIEMPO!

En los últimos días ha quedado de manifiesto una vez más la infinita Sabiduría que recibimos los hombres de la Palabra de Dios.

Esto lo relacionamos con la demanda de que oremos por las autoridades, a propósito de la polémica que han mantenido públicamente los mandatarios de dos países, uno europeo y otro americano.

Resulta asombroso como dos personas a las que se les supone un grado diferente de raciocinio y serenidad, se hayan enfrentado de la manera en que lo han hecho.

Incluso ignorando la realidad de que aún en ejercicio de sus funciones, representan a dos países que han existido y seguirán existiendo antes y después de sus mandatos.

Esta confrontación dialéctica no soluciona ningún problema y por el contrario agrava cualquier posibilidad de entendimiento, que es la responsabilidad de los gobernantes.

Ante este penoso momento de la actualidad internacional, nos queda el Mandato de orar por las autoridades.

Diego Acosta

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LIMPIEZA

DEVOCIONAL

Pensando en la limpieza personal, generalmente nos remitimos a nuestro cuerpo, raramente trasladamos este concepto al orden superior de nuestra vida, la santidad.

En el Libro de Levítico el Eterno pone de manifiesto la importancia de la limpieza y el especial cuidado que debemos de tener quienes nos llamamos sus hijos con relación a esta cuestión.

Es verdad que en el tercer Libro de la Biblia, se hace mención a todas las disposiciones que debían de cumplir quienes estaban en directa relación con el Templo, remarcado el principio fundamental de la obediencia.

También es verdad que la Iglesia se rige por lo dispuesto en el Nuevo Testamento, pero la cuestión de la Santidad es inherente al propio Dios y por tanto ineludible desde la perspectiva personal.

Debo comprender que si Jehová puso especial énfasis en demandar a Moisés y Aarón las normas de obediencia que debería de tener el pueblo de Israel, esas mismas normas deberían formar parte de mi propia vida.

Debo buscar la santidad, porque Dios es Santo!

Levítico 10:10
ES – Para poder discernir
entre lo santo y lo profano,
y entre lo inmundo y lo limpio.

PT – Para fazer diferença
entre o santo e o profano
e entre o imundo e o limpo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LA HIBERNACIÓN

Mamá Osa se prepara para un día más de supervivencia. Llama a sus oseznos; tiene que enseñarles a cazar y a pescar y los lleva a las madrigueras y a la orilla del río dónde abundan los salmones. Luego sus crías serán adultas y tendrán que buscar su propia comida y valerse por sí mismos.
Los cachorros todavía son muy torpes; no tienen la destreza y la habilidad de su madre, no obstante, algunas veces logran atrapar alguna presa con sus garras fuertes y afiladas.              Hay que alimentarse bien, les dice  la mamá Osa, porque luego llegará el invierno y no habrá nada más para comer!
Ha llegado el invierno. Las montañas y los valles se visten de novia. La nieve cubre todo con su manto blanco. No hay una señal de un ser viviente  y dentro de la cueva mamá Osa se acuesta con sus crías y el sueño les nubla los ojos. Los cachorros están saciados y cansados y se duermen casi en seguida.
Ya han pasado tres meses y ha llegado la primavera. Los oseznos han crecido. Mamá Osa está más delgada; necesitan urgentemente alimentarse y salen.
Todo ahora en el valle tiene los colores de la vida. Los campos están verdes y los árboles y las plantas dejan ver sus primeras flores y frutos. Y mamá Osa lleva a sus cachorros a la orilla del tan conocido río y a las mismas madrigueras, donde buscan su comida para recuperar la grasa que han perdido al hibernar tanto tiempo.
Esta parábola es un ejemplo de algunos cristianos que se contentan en alimentarse de la palabra de Dios sólo por un período de tiempo. Han recibido a Jesús en sus corazones y por un escaso tiempo se gozan en su luz, sin embargo, poco a poco se vuelven necios y perezosos. Tienen sus Biblias abiertas en el salón de sus casas o en la mesita de noche solamente como un adorno. En ningún momento sacan un tiempo para orar, para adorar, y para estar un momento a solas con Dios y oír su voz. El domingo significa para ellos un día de “despertar para comer”, pero durante todo el resto de la semana se meten en “sus cuevas” e hibernan. Viven sus vidas como si no hubiesen comprendido la magnitud y la grandeza del sacrificio que Jesús hizo por ellos en la cruz del Calvario, entregando Su vida para que ellos tuvieran vida; perdonando así sus pecados y regalando a ellos la vida eterna. No quieren ningún compromiso con el Señor, con su obra, ni con los hermanos. No ponen a Jesús en el lugar que le corresponde y por esto son tan fáciles de ser desviados. Continúan  actuando como cuando eran del mundo, teniendo como prioridades sus trabajos y sus cosas materiales, porque verdaderamente no se han convertido a Cristo. Su confesión de fe en Jesús fue sólo de palabras, de boca, no de corazón. Sus miradas todavía están puestas en el mundo y no en Jesús. No perciben que el Reino de Dios ya está se extendiendo aquí en la tierra y que tenemos que trabajar para que otros conozcan el amor de Dios y que cuando complete el número de los que han de ser salvos el Señor Jesús volverá por a su iglesia que somos todos nosotros que le hemos entregado nuestras vidas. Infelizmente para muchos la segunda venida de Jesús será como “un ladrón en la noche”, serán cogidos por sorpresa.
Con el pasar del tiempo se van enfriando de tal manera que ya no ven sentido ir a las reuniones de discipulado, a la escuela dominical, a las reuniones de oración y el congregarse con los hermanos en la fe y entonces, se vuelven al mundo, sin ningún tipo de remordimiento, pues sus corazones siempre estuvieron allí. No han podido entregarse totalmente en las manos de su Salvador, porque el sacrificio de Jesús para ellos no pasó de una bonita y ficticia historia de amor.

 Lucía Caetano

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