CARTA DE UNA MADRE A SUS HIJAS

 

 

Buen día Hijas!elie1

Mi corazón está siempre con ustedes!

Me preocupo por ustedes (cosa que no debería hacer porque Dios es quién las cuida).

Estaba leyendo una meditación que me envió una de las muchas tías de ustedes y que decía que Dios es el único que puede mudar, transformar, sacar, restaurar, quemar, apagar, eliminar cualquier cosa de nuestro corazón!

Aquello que ocurrió recientemente con una de vosotras y que también ocurrió con todas nosotras, me hace pensar  en lo que YO como persona puedo hacer, hasta que punto puedo ejercer un poder transformador. La conclusión es que YO NO puedo hacer nada, el Único que  puede hacer y llegar hasta lo más íntimo del corazón es DIOS.

No está en mis manos cambiar o imponer nada, pero sí es mi obligación como madre y como persona mayor enseñar y orientar en lo que creo que es lo correcto, nada más que eso.

La decisión siempre será de la propia persona, eso nadie lo puede hacer por otro: La decisión de lo que se quiere ser, hacer, creer, donde ir, con quién ir, mirar, cantar, hablar, pensar, trabajar, estudiar…Todos esos verbos de comportamiento/decisión son de ustedes, Dios no es un invasor y siendo así, yo mucho menos lo puedo ser!

Pero a nosotros nos cabe llevar todo delante de Dios y presentarlo para Su aprobación y someterlo a Su voluntad, dejarnos moldear por Su voluntad y especialmente desear y anhelar aquello que Dios quiere para nosotros.

Leyendo a Tito 2:11, dice: La Gracia salvadora se manifestó a todos.

En esa misma referencia bíblica, en otro versículo habla de enseñar a amar, a comportarse, a no ser dado mucho al vino (pero un poquito si se puede) y nos exhorta a tener un buen comportamiento, a preocuparnos por ser buenas personas, en todo. Quiero decirles que TENEMOS QUE BUSCAR LO QUE ES CORRECTO. Ese es nuestro deber, sin excepción alguna.

Amores de mi vida, me gustaría poder librarlas de todo peligro, tristeza, dolor, malos momentos, acusaciones o quejas. De todo aquello que las pueda lastimar, perjudicar o herirlas, pero no puedo!

Es su trabajo luchar contra todo aquello que parece “placentero”, pero que no trae vida. Es vuestro trabajo  “luchar para nacer” y ser la criatura que Dios quiere que sean.

Estamos viviendo un tiempo de mucha discordia, de lucha contra nuestro más próximo y querido, de enfrentarnos los unos con los otros y eso me parece horrible. Deberíamos vivir en paz, alegría, concordancia, sinceridad, transparencia y no tenemos por qué hacer lo contrario.

Es nuestro deber luchar contra eso, comenzando por no ofender  con lo que podamos hablar o hacer, colocarnos en el lugar del otro y no tener miedo a la sinceridad. La mentira es nuestra peor arma y nuestra enemiga. Debemos ser conscientes que NO PODEMOS OCULTAR NADA al Único que no deberíamos esconder nada, porque ÉL ve todo y sabe todo!

Vamos a estar algunos (muchos) días separadas y eso me angustia el corazón, pero también sé que es el tiempo de Dios para que puedan crecer delante de ÉL.

Antes de hacer algo piensen antes: EN MÍ LUGAR QUE HARÍA JESÚS? Esto me ayudó mucho!

Que la Paz que excede todo entendimiento sea el  juez de vuestro corazón!

Elié Ferreira

www.septimomilenio.com