EL HUEVO…

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Son asombrosas las explicaciones que los hombres pueden dar sobre la pregunta que Aristóteles formuló hace alrededor de 2.300 años: Que fue primero, el huevo o la gallina?

Decimos que son asombrosas porque en el fondo se utilizan juegos de palabras que no responden de manera categórica, a la inquietud que sí fue formulada de forma precisa.

La última de las explicaciones fue dada por especialistas de Física Cuántica, que argumentaron un «orden causal indefinido», que provoca una reacción de sorpresa e incredulidad.

Explica el «orden causal indefinido» la existencia primera del huevo o la gallina?

Probablemente sí, tratando de seguir el argumento que lleva a la conclusión, que es imposible saber que fue lo primero.

Nada hay más complicado que las razones que esgrimen los hombres para negarse a aceptar la existencia de Dios, porque sería el fin de muchas especulaciones que ayudan a vivir a su vez a muchas personas.

Por esta sencilla cuestión, formulan planteamientos que son un desafío a la razón y a la inteligencia, que tanto defienden.

Dios como Creador de todo lo existente, obviamente también creó la gallina para que pudiera poner los huevos que dieran continuidad a esta parte de las especies.

Caso contrario tendremos que aceptar el argumento del  «orden causal indefinido» y tratar de entender lo que quiere decir.

Dios es el Principio y el Creador!

Diego Acosta

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