LA OTRA HISTORIA

la otra

 

 

 

 

 

 

 

EL DILUVIO BÍBLICO

El Texto Sagrado revela como Jehová se arrepintió de haber hecho al hombre sobre la tierra, pero Noé encontró Gracia delante de Él.

Así se nos revelan los acontecimientos únicos en la Historia de la Creación. En el Libro de Génesis desde el Capítulo 6 versículo 5 se nos narra lo sucedido en ese tiempo tan especial. El final lo podemos establecer en el Capítulo 9 versículo 17 del primer Libro de la Biblia.

Es destacable que existen más de 500 referencias de distintas civilizaciones o grupos humanos organizados, donde se mencionan de distinta maneras los acontecimientos revelados en la Biblia.

Son igualmente numerosos los estudios de científicos que aluden a este extraordinario acontecimiento que vivió la Tierra.

De acuerdo con la revelación Bíblica, la cronología del Diluvio fue aproximadamente la siguiente, teniendo en cuenta que no existen precisiones acerca de cuanto duraban en aquellos tiempos, los meses.

También se estima que el comienzo del Diluvio se verificó en el mes de mayo.

Noé y los miembros de su familia entraron en el arca cuando el patriarca tenía 600 años, más dos meses y diez días, Génesis 7:4-10. Junto con los seres humanos también fueron introducidos en el arca las especies inferiores según lo ordenó Jehová.

  • El Diluvio comenzó en el año 600 de Noé, en el segundo mes a los 17 días, Génesis 7:11.
  • Las aguas inundaron la Tierra durante 150 días, Génesis 7:12, 17, 24 y 8:1.
  • En el año 600 de Noé, séptimo mes, séptimo día, las aguas comenzaron a descender, Génesis 7:24.
  • Al disminuir las aguas el arca se posó en el Monte Ararat, año 600 de Noé, séptimo mes, 17 días, Génesis 8:3-4
  • Noé envió un cuervo y una paloma, Génesis 8:6
  • El Patriarca envió otras dos palomas, Génesis 8:10, 12
  • Noé con 601 años, en el primer mes el agua se había secado, Génesis 8:12-13
  • Noé desembarcó en el año 601, a los 27 días de su nuevo año, Génesis 7:11 a 8:14.

El tiempo del Diluvio, habría durado un año y 10 días, aproximadamente.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com