LOS DÉBILES

En estos tiempos triunfalistas y de exaltación de los soberbios, es importante reflexionar acerca de lo que la Palabra de Dios nos revela sobre los afanes terrenales.

El profeta Jeremías amonestó a los reyes de Israel y de Judá, por su afán en levantar grandes construcciones, olvidando una cuestión esencial.

La grandeza de quienes tienen responsabilidades de gobernar, no se mide por la imponencia de sus obras, sino por su voluntad de trabajar por un sistema social justo.

El rey Salum, hijo de Josías, recibió severas advertencias acerca de esta cuestión tan fundamental para Jehová y que fue transmitida por el profeta.

Me pregunto: Trato de ser justo con quienes me rodean?

Es verdad que no reino ni reinaré, ni gobierno ni gobernaré, pero sigo teniendo responsabilidades para quienes son mis prójimos.

Trato de ser justo con ellos o me sirvo de ellos, como ocurre muy frecuentemente en las congregaciones?

Jesús lo repitió rotundamente: Vino al mundo a servir y no a ser servido!

Este principio de Justicia está claramente dirigido a defender a los débiles, a los que precisan ayuda y a los que no pueden defenderse.

Los ejemplos del pasado, me deben servir muy eficazmente para mi presente de cada día!

Jeremías 22:13

!Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad,

sirviéndose de su prójimo de balde,

y no dándole el salario de su trabajo!

Jeremias 22:13

Ai daquele que edifica a sua casa com injustiça e os seus aposentos

sem direito;

que se serve do serviço do seu próximo, sem paga,

e não lhe dá o salário do seu trabalho.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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