YO SOY ASÍ…!

Más de una vez, creo que la mayoría de nosotros, hemos empleado un tono desafiante para pronunciar esta breve frase de ocho letras: Yo soy así!

Y digo que es desafiante, porque es una declaración de que somos de una determinada manera y que nada nos hará cambiar.

O para decirlo de otra forma: Somos así y estamos muy contentos de serlo y por tanto los demás deben aceptarnos.

Esta frase en el mundo sería vista como una forma de fuerte personalidad, avasallante y categórica, capaz de definir con propiedad la propia naturaleza.

En el mundo, tal vez alguna persona nos podría mirar con una cierta envidia, al ver a alguien tan seguro de sí mismo.

Pero qué valor tiene esta afirmación desde la perspectiva espiritual?

La visión cambia y los conceptos también!

Esta forma de expresarse, desafiante y agresiva, no es lo que se espera de una persona que afirma que tiene al Señor en su vida.

No es la forma de expresar el conocimiento que tenemos del Hijo del Hombre y sus enseñanzas!

Porque como serán nuestras obras si somos tan prepotentes?

Acaso hay alguien que pueda desafiar a Dios?

Quién soy yo para afirmar que nadie me puede cambiar?

Es necesario ser prudente con las respuestas que vayamos a dar. Tal vez las primeras palabras que salgan de nuestra boca, deberían ser de arrepentimiento por haber sido tan irreflexivos.

Cada hombre y cada mujer que el Eterno ha Creado está sujeto a su Autoridad y por tanto, ÉL puede cambiar lo que crea conveniente en nuestra vida.

Incluso hasta la forma arrogante de hablar!

Jeremías 49:16

Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

Diego Acosta / Neide Ferreira