En un estudio bíblico uno de los alumnos hizo una pregunta que muchos de nosotros teníamos en mente, a propósito del tema que se estaba tratando: Podemos hacer proyectos…podemos hacer planes para el futuro?
El maestro con toda paciencia volvió a recalcar los principios de su enseñanza: Los hombres podemos hacer planes pero siempre estarán sujetos a la Voluntad Soberana de Dios.
Y otro alumno preguntó lo que también estábamos pensando: Y que ocurre cuando decidimos que lo que hemos planeado está bien y no esperamos la decisión de Dios?
A eso lo llamamos libre albedrío le contestó el maestro y por lo tanto nos debemos hacer responsables de nuestras decisiones y de todas sus consecuencias.
Pero que significa exactamente esto: Si sabemos que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros y a pesar de ello tomamos determinaciones sin consultarlo, corremos riesgos.
Nuestros planes no tienen necesariamente que coincidir con los que Dios ha establecido y entonces nos encontraremos ante circunstancias de las que tendremos que asumir sus resultados.
Hacer planes y proyectos forma parte de nuestra naturaleza, pero también debemos ser sabios y comprender que siempre nuestras decisiones deben ser aprobadas por Dios. Solamente así obraremos con su bendición.
Proverbios 16:33
Diego Acosta García