Recuerda: BÁSTATE
DEVOCIONAL
En horas de padecimiento y clamando al Señor por su ayuda, vino a mí aquella frase que recibió Pablo cuando en una situación semejante pidió alivio para su aguijón: Bástate mi Gracia…
Cuando se vive la experiencia causa un cierto estupor que a un pedido de alivio, la respuesta sea esa,,, pero en el fondo y quitando cualquier intento de desdramatizar la situación, es una respuesta maravillosa.
Esa es la gran diferencia de cuando vivíamos en los crueles vaivenes del mundo. Sufríamos y no teníamos forma de recibir ni alivio ni mucho menos consuelo. Así fue como aprendimos que en ese mundo de promesas vanas, no hay nada que nos ayude cuando verdaderamente lo precisamos.
Por tanto apartando la queja de nuestra humana condición, demos Gracias al Todopoderoso por recibir su Consuelo y su Aliento. Nada hay más Poderoso que el Amor de Dios y la profunda Compasión de su Hijo.
En la hora del sufrimiento, recordemos las palabras que recibió Pablo: Bástate mi Gracia y cambiará nuestra perspectiva de la vida y pasaremos de las pequeñeces del mundo material y la Grandeza Infinita del Reino Espiritual.
2 Corintios 12:9
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Diego Acosta / Neide Ferreira