ABANDONO

 

DEVOCIONAL

Una imagen de gran naturalidad muestra a un hombre con los evidentes gestos de la persona que está en situación de abandono.

Podía percibir la intensidad de su gesto, mirando hacia ninguna parte, con la espalda encorvada que parecía resumir el estado de ánimo de este personaje anónimo de una historia repetida.

Que historia? Por qué repetida?

La historia de los hombres y mujeres que viven abandonados, en un grado de soledad que cuesta trabajo imaginar.

La repetición alude a que tanto en un caso y otro, mientras los miramos sin verlos, pasamos a su lado sin detenernos.

Bien podría decirnos Jesús: Porque me abandonaste…pasaste a mi lado y no te detuviste, ni siquiera para alentarme.

Confieso que experimenté una profunda pena, primero por mi actitud de indiferencia y luego por el hombre, que una vez más se quedó sin que nadie lo ayude.

Mateo 25:42

Porque tuve hambre,
y no me disteis de comer;
tuve sed,
y no me disteis de beber.

Mateus 25:42

Porque tive fome,
e não me destes de comer;
tive sede,
e não me destes de beber.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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