FANTASÍAS…

Ser lo que soy, puede resultar diferente de lo que creía que podía ser o que me hubiera gustado haber sido.

El planteamiento no tiene nada de original, pues seguramente muchos de nosotros tenemos las mismas inquietudes.

Sin embargo, este tema se parece bastante a las tentaciones. No es un pecado tener tentaciones, lo malo es caer en ellas.

Los pensamientos acerca de los deseos personales, no nos deben llevar a desarrollar un mundo paralelo al de todos los días, porque caeríamos en la peligrosa región de las fantasías.

Los anhelos son legítimos, siempre y cuando que no interfieran con lo que debemos hacer de acuerdo a lo que somos, según le ha placido a nuestro Creador.

Huyamos de la fantasía, así como a veces debemos huir de las tentaciones. No confiemos en nuestras fuerzas para enfrentarlas, porque corremos el riesgo de perder todo lo valioso que nos ha sido dado.

Para cada prueba, tenemos el auxilio del Omnipotente. ÉL nunca nos abandonará.

Hebreus 4:15-16

Porque não temos um sumo sacerdote que não possa compadecer-se das nossas fraquezas; porém um que, como nós, em tudo foi tentado, mas sem pecado.

Cheguemos, pois, com confiança ao trono da graça, para que possamos alcançar misericórdia e achar graça, a fim de sermos ajudados em tempo oportuno.

Hebreos 4:15-16

 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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