EL DILUVIO – III

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EL DILUVIO – III

Comienza la descripción de un momento único de la historia de la Creación.

Génesis 7:11

 El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas,

Este versículo encierra importantes detalles relacionados de cómo era la Tierra antes del Diluvio y como se transformó luego de este grandioso fenómeno que dispuso Dios como castigo a la maldad de los hombres.

La referencia a la edad del Patriarca y a pesar de que se desconoce si el mes del calendario que se utilizaba por esos tiempos era de treinta días, permitiría establecer que el comienzo del Diluvio se produjo en el mes de mayo.

La Misericordia del Eterno para con los hombres había terminado y no habría más oportunidades para el reconocimiento de los pecados, Génesis 6:3, 8 y 7:4.

Es esencial tener en cuenta que el Diluvio no se produjo por las precipitaciones que denominamos lluvias, sino por dos circunstancias excepcionales.

La ruptura de todas las fuentes del grande abismo, representan a las aguas subterráneas que afloraron de manera incontenible.

La secuencia del relato bíblico nos revela que primero se rompió la corteza de la Tierra, lo que podría significar que se produjeron erupciones volcánicas que expulsaron magma y polvo a la atmósfera, junto con gigantescas columnas de agua que se derramaron sobre la superficie del planeta.

Luego se nos anuncia que las cataratas de los cielos fueron abiertas. Recordamos que esta cobertura de agua rodeaba el espacio exterior de la Tierra y al romperse inimaginables volúmenes de agua cayeron sobre la superficie.

Estos dos extraordinarios fenómenos que ocurrieron en una secuencia sin pausas, generaron al cabo del tiempo una nueva y distinta apariencia del planeta, con relación a la que nos fue descripta en el primer Capítulo de Génesis.

El Diluvio es sin la menor duda el mayor acontecimiento que vivió la Creación y tan significativo resultó, que el propio Jehová hizo un Pacto con Noé, para asegurarle a él y a su descendencia y por ende a toda la humanidad, que nunca más se volvería a repetir.

Y como testimonio de su Pacto creó el Arco Iris!

Diego Acosta

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