IMPERFECTO…?

Con niños así, donde está la Perfección de Dios?

Esta tremenda pregunta la escuché a una mujer que comentaba el nacimiento de un niño con síntomas de no ser normal.

Como se responde a una persona atribulada por una situación de este tipo?

Los médicos no le habían avisado de cómo sería la criatura?

No lo sé, pero lo concreto era que la mujer reclamaba a Dios y en forma directa lo estaba llamando …imperfecto!

Fue necesario pedir ayuda al Espíritu Santo para recibir Sabiduría, para tener las palabras adecuadas ante una situación difícil.

La respuesta tardó varios días en llegar, seguramente para calmar mi propio ánimo que estaba doblemente afectado por el caso.

Por el niño y por su tía…!

Cuando la volví a encontrar era más que evidente que estaba sufriendo y que estaba desconsolada, sin encontrar razones que la ayudaran.

Con mucho cuidado fui explicando el argumento esencial: Nadie puede dudar de la Obra de Dios!

Por qué razón?

Porque ÉL es Perfecto!

Y todo lo que ocurre siempre está bajo su Autoridad, por tanto lo único que debemos de pedir es consuelo, fortaleza para enfrentar los hechos tal y como son.

Bastante tiempo después la volví a encontrar y era otra persona. Aquella mujer que tenía la mirada llorosa y cargada de resentimiento, era la imagen de la serenidad.

Sin que le preguntara nada, me dijo que el niño era una bendición para todos ellos, porque siendo como era había traído una hermosa enseñanza de una forma de alegría inimaginable.

Dijo ella: Ahora ya no pienso que Dios es imperfecto!

Yo tampoco, lo pienso!

Salmo 119:77

Vengan a mí tus misericordias, para que viva,
Porque tu ley es mi delicia.

Venham sobre mim as tuas misericórdias, para que viva,

pois a tua lei é a minha delícia.

Diego Acosta / Neide Ferreira

DOS MILAGROS…!

Por unas horas estuve viviendo en una casa donde residen dos familias, que recibieron el maravilloso presente de hijos recién nacidos.

Viví una experiencia reconfortante, porque en medio de la situación que plantea recibir a los primeros hijos, es asombroso como la Obra de Dios se proyecta sobre la vida de las personas.

Quién le enseñó a una joven a ser madre?

Quién le enseñó a comprender las necesidades de una criatura con horas de vida?

Quién le enseñó a los padres, a los esposos, a cuidar de sus esposas y de sus hijos?

Estas y otras cuestiones vinieron a mi mente y todas tuvieron la misma respuesta: Dios en su Grandeza y Misericordia, enseña a los humanos sobre las cuestiones fundamentales para conservar la vida.

Por muchos consejos que las personas mayores puedan dar a los jóvenes padres, ninguna enseñanza es mayor que la del Creador.

Tuve el privilegio de poder apartar unos minutos para reflexionar en todo lo que estaba viendo y viviendo y comprender la inmensa magnitud que tiene el nacimiento de un niño.

Y en mi predicación surgió el tema, inspirado por el Espíritu, para poder comprender lo que significa el nacimiento del Hijo del Hombre.

Así como un niño es una bendición para su familia, el nacimiento del Niño Jesús, es la bendición para toda la humanidad.

Maravillosa revelación que tenemos para que cada hombre y cada mujer, advierta todas las grandes Verdades contenidas en la Palabra de Dios.

Un niño nace de la unión de un hombre y de una mujer!

Un niño es el testimonio del milagro de la Vida!

Salmo 36:9

Porque contigo está el manantial de la vida;
En tu Luz veremos la luz.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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