MENSAJE
Todo comienzo de año trae una especie de listado de los propósitos que nos planteamos y también nos recuerda el incumplimiento de todo lo que planeamos el año pasado.
Hay una evidente diferencia entre pensar y hacer…. Por eso en este primer día de 2025, el Señor irrumpe en nuestros pensamientos con su Mensaje.
Que no es otro que busquemos la Plenitud, la que solo se consigue elevando nuestra mirada hacia lo Alto y alejándonos de nuestras circunstancias y pareceres.
Busquemos la Plenitud, cambiando…
Nuestra forma de pensar,
Nuestra manera de obrar,
Nuestra capacidad de decidir,
Nuestra búsqueda constante del Dios Todopoderoso,
Nuestro egoísmo por el propósito de servir al Prójimo,
Nuestro empeño de mirar hacia las tentaciones del mundo,
Nuestro constante afán por la vana-gloria
Todo lo expuesto puede resultar pequeño frente a la magnitud de lo que nos imaginamos, pero esa clase de grandeza es el camino perfecto hacia la frustración.
Solamente el Señor debe ser nuestra Guía, para ser verdaderamente hombres y mujeres nuevos en este nuevo año y no sumar otros 365 días de servidumbre de la tristeza y el pasado.
Seamos sabios y hagamos del nuevo año, el tiempo de la verdadera Plenitud que solo alcanzaremos con el Dios Todopoderoso, el Dios de Israel.
Diego Acosta