Tras asistir a una campaña evangelística una joven pareja preguntó: Si ustedes siguen tantas normas, como es que pueden decir que viven contentos con Jesús?
Se referían a que los evangelistas habían puesto énfasis en la necesidad de reconocer al Señor como el Salvador y seguir sus enseñanzas, para ser hombres y mujeres nuevos.
Las respuestas que recibieron fueron fruto del amor y la misericordia, pero lo cierto fue que ninguna de todas las precisiones aclararon las dudas de la pareja que se estaba alejando del lugar, interesados, pero confusos.
En ese momento una sabia mujer se les acercó y les preguntó: Como es la vida de ustedes? Ellos le dijeron que buena, como la de todo el mundo, con problemas y alegrías.
Pero ella insistió: Sí, pero como viven, tienen tranquilidad o la vida los agobia? Esta pregunta desató la locuacidad de la pareja, quienes reconocieron sus angustias y también sus inquietudes.
La evangelista les comentó que los comprendía, porque así había sido su vida hasta que aceptó a Jesús: Alegrías pocas, situaciones difíciles muchas y las inquietudes mayores todavía.
Los jóvenes captaron el testimonio y entonces reconocieron que Jesús era lo que precisaban para sus vidas. No para que les resolviera los problemas, sino por la paz que necesitarían en medio de cualquier situación!
Juan 14:27
Diego Acosta García
Música: Neide Ferreira