QUEJA

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Cuando los israelitas reclamaron a Moisés agua en el desierto, lo hicieron de una manera que provocó la reacción del hombre que los había sacado de la esclavitud en Egipto.

Moisés les a su vez les recriminó que lo hicieran de ese modo y les dijo: Por qué tentáis a Jehová?

Esta era la cuestión crucial: Los israelitas se habían quejado de las condiciones de su vida bajo Faraón y luego de haber sido liberados, tenían motivo de quejas.

Se habían olvidado de los crueles sufrimientos en Egipto y reclamaban a Moisés que los hubiera sacado de esa tierra para hacerlos perecer de sed ellos y sus ganados.

Con qué rapidez eran capaces de olvidar aquello que los había hecho sufrir para reaccionar de la peor forma, cuando se encontraban frente a una nueva situación, difícil pero no imposible para Jehová.

No es eso lo que nos ocurre cada día, que nos quejamos por todo?

Nos olvidamos de todo lo que hemos recibido y reclamamos todo lo que supuestamente nos falta para vivir no como Dios nos manda, sino como a nosotros nos gustaría.

Ese es el gran motivo de las quejas. Vivir como nos parece mejor, tener lo que supuestamente nos merecemos y disfrutar en lugar de afrontar las dificultades.

Moisés advirtió a su pueblo: No tentéis a Jehová… Lo mismo que Jesús le dijo al diablo en el desierto, cuando probaba su fe.

Recordemos que nuestras quejas no solo nos apartan del Eterno sino que estamos corriendo el riesgo de tentarlo. De qué? De nuestra falta de confianza en su Poder!

Éxodo 17:2-4

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

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