JUDÁ

cylindre


Los hombres tenemos la singularidad de olvidarnos de todo o casi todo, cuando nos encontramos en esos momentos en los que nos creemos poderosos.

No reparamos que así como hay tiempos de victoria, también los habrá de adversidad, porque pareciera que es el método que el Eterno utiliza para tenernos bajo control.

Si siempre fuéramos triunfadores o exitosos, nos olvidaríamos de Él y si siempre fuéramos castigados por el infortunio, también terminaríamos olvidándonos de ÉL.

Por esta razón la vida de cada persona tiene esos ciclos que podríamos comparar con un círculo en constante movimiento.

Así es como en algunos tiempos estamos muy abajo y luego ascendemos hasta lo alto para luego comenzar nuevamente otro descenso.

Esta enseñanza la tenemos reflejada en la Palabra de Dios de una manera impresionante, con los hechos vinculados con Judá.

El Reino ilustre y poderoso finalmente fue dominado por Nabucodonosor, que además de destruir a Jerusalén tomó cautivos que fueron deportados a Babilonia.

Luego de ese tiempo doloroso y triste, otro rey permitió que una parte del remanente del pueblo judío, pudiera regresar a su Tierra.

Pero lo hicieron como si formaran parte de una provincia persa, lo que revela la magnitud de su derrota y de su castigo.

El rey Ciro unos 530 años antes del nacimiento de Jesús, concedió que regresaran a su tierra para luego de un viaje de casi cinco meses, encontrarse con las ruinas del muro de la Ciudad Santa.

Finalmente llegó la Redención que solo concede el Todopoderoso!

Exactamente igual que como ocurre con cada uno de nosotros. Cada vez que nos rebelamos llega el castigo, le sigue el arrepentimiento y el perdón y la redención!

Esdras 2:1

Diego Acosta / Neide Ferreira

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