La Palabra de Dios siempre nos enseña acerca de qué es lo mejor para cada uno de nosotros.
Este pensamiento viene a mí, recordando el momento en el que Eva se encuentra con la serpiente, que no es otro que el propio Satanás.
Eva está sola!
Se convierte en su soledad en un débil eslabón de una cadena que formaba con su esposo, el primer hombre, Adán.
La astucia de la serpiente le sirve perfectamente a Satanás para elegir el momento propicio para hacer su primera víctima de maldad.
Me puedo imaginar el momento: Eva está lejos del Varón, pasea mirando y admirando la grandiosidad del Edén, el lugar que Dios les ha dado para que vivan.
La serpiente se aparece, pero cómo dudar de una de las Creaciones del Hacedor?
Muy difícil de hacerlo y muy difícil de comprenderlo. Estaba sola enfrentando una situación desconocida y enfrentando sin saberlo, nada más ni nada menos que al enemigo de Dios y por consecuencia, nuestro principal enemigo.
Esa soledad de Eva en la que estaba en una situación tan delicada, tan frágil y tan propensa a las tenciones, es la que me hace pensar en la profundidad de la enseñanza bíblica.
Es necesario que congreguemos, porque con la comunión de los hermanos, somos más fuertes ante los ataques del enemigo, que siempre o casi siempre vienen a través de la tentación.
La soledad de Eva, tiene muchos parecidos con la nuestra!
Congreguemos para poder enfrentar a nuestro enemigo!
Génesis 3:1
Diego Acosta / Neide Ferreira