NADARKHANI Y LA LIBERTAD

Las redes sociales están en alerta como consecuencia de la situación de un pastor evangélico iraní, que está sufriendo la aplicación de la “ley sharia” que supone la aplicación de la pena de muerte.

Desde hace más de 780 días se encuentra en ese verdadero “corredor de la muerte” en Irán el pastor evangélico Youcef Nadarkhani que fue acusado de apostasía con el Islam.

Especialmente desde Estados Unidos se está ejerciendo una fuerte presión sobre las autoridades islámicas de Irán, para conseguir la liberación del pastor.

En las próximas horas el Congreso de los Estados Unidos, podría sancionar una resolución de condena al gobierno de Irán por su continua persecución, encarcelamiento y condena del reverendo evangélico.

La presión internacional también ejercida además de por Estados Unidos, por Alemania, Francia, Gran Bretaña y México, pretende evitar la politización del caso.

Se trata de vitar que las autoridades islámicas de Irán conviertan un caso de violación de las libertades religiosas con el argumento de la apostasía, para utilizarlo en las complejas negociaciones vinculadas con su proyecto nuclear.

La situación para los ayatolás iraníes es de una difícil resolución: si acceden a la presión internacional dejarían de cumplir con la ley “sharia” y si aplican la pena de muerte a Nadarkhani, lo convertirán en un símbolo de la resistencia.

En ese marco el pronunciamiento de uno de los aspirantes a presidente por el Partido Republicano de los Estados Unidos, el mormón Mitt Rommey es especialmente significativo.

Desde la entidad American Center for Law and Justice, también se está promoviendo una permanente campaña para lograr que la pena de muerte no sea aplicada al pastor iraní.

El caso de Youcef Nadarkhani, es un caso de libertad religiosa y no un caso político, como pretenden los líderes religiosos de Irán, que son las máximas autoridades del país.

Diego Acosta García

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