PLAZO

Tiempo

Los hombres buscamos obsesivamente fijarnos plazos para todo. Principalmente para aquello que es motivo de nuestros afanes.

Pero que es un plazo?

Es un término determinado de tiempo, que puede medirse en horas, días, meses, años.

Incluso hay quienes fijan esos términos a partir de los minutos, lo que revela hasta qué punto nos afanamos para establecer un límite a nuestra ansiedad.

Sorprendentemente cuando hablamos de plazos lo hacemos con una libertad total, como si fuéramos dueños de nuestra vida y amos de nuestros hechos.

Un plazo es algo que determinamos con la certeza que está a nuestro alcance establecerlo y también cumplirlo o hacerlo cumplir.

En todo esto sin embargo, hay algo fundamental que se nos olvida. Hay algo que en nuestra soberbia humana dejamos completamente de lado.

Y es nada más ni nada menos, que nos olvidamos que el Tiempo o los Tiempos, solo los determina el Señor!

Por esta razón es que muchas veces nos encontramos con amargas realidades, cuando vemos que nuestros plazos no se cumplen o no nos cumplen en el tiempo que habíamos establecido.

Es evidente que debemos reflexionar sobre estas cuestiones porque de ellas dependen como son nuestras actitudes presentes y futuras.

Un plazo que determinamos sin someterlo a la Voluntad del Todopoderoso, es un ejercicio de prepotencia incompatible con quienes nos llamamos sus hijos.

Una reflexión oportuna sobre el Tiempo nos evitaría dolorosos problemas, angustias y frustraciones.

El Tiempo es un regalo del Señor para que los humanos administremos mejor cada minuto de nuestra vida. Y no debemos olvidar nunca que ÉL sí que es Eterno.

Salmo 90:11

Diego Acosta / Neide Ferreira

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