José era un joven que había sido rechazado por sus hermanos, maltratado, vendido, pero en todo tiempo había guardado su corazón. En el no hubo rencor, amargura, ni deseo de venganza, sabía que eso no agradaba a Dios y por ello Dios estaba con él. En el veían al Señor que prosperaba todo lo que hacía, Dios le daba gracia de tal manera que el amo que le había comprado como esclavo le hizo mayordomo de su casa, y le entregó todo lo que tenía.
José era un hombre hermoso con buena presencia, así que la esposa de su amo se fijó en él y le invitó a acostarse con ella; el esposo había visto en este joven a un siervo de Dios. Pero ella miró al hombre, le miró con ojos de deseo, con ojos carnales y le tentó; José reaccionó primero recordando que su amo le había dado total responsabilidad, total confianza, pero su mayor temor era no fallarle a Dios.
La tentación se ha levantado ésta mañana está observando cual puede ser tu debilidad para saciar su deseo, aunque tu estés fuertemente agarrado o agarrada a Dios, sumiso, obedeciendo, amándole con todo tu corazón, la tentación vendrá a hacerte tropezar, a desviarte del camino, a apartarte del propósito de Dios. Se fiel al testimonio que estás dando, se fiel a Dios. Pero no bajes la guardia sigue alerta pues no pienses que porque tu resistas su primera embestida la tentación va a renunciar a seguir tentándote. No, la tentación insiste un día y otro día por si te pilla desprevenido o desprevenida y te hace caer, va a ponerte una trampa para destruirte, para destruir tu testimonio, puedes llegar a una situación injusta como le pasó a José que fue encarcelado por falso testimonio, pero aún en la cárcel el Señor estuvo con él y le dio gracia.
El rechazo, la tentación, la prueba, la tribulación, la tempestad, las tormentas no vienen a nuestra vida con el propósito de destruirnos sino de fortalecernos, de enseñarnos y de qué podamos ver una gloria mayor que la que hemos visto, pero para eso tenemos que estar bien agarrados a Dios que nos da la fuerza, la fe para vencer. Temer a Dios sobre todo nos da sabiduría para vivir.
José no solo estuvo sobre una casa o sobre el gobierno de una prisión, él estuvo sobre todo un País para bendecir a toda la tierra. Sobre poco fue fiel y Dios lo puso sobre mucho.
Le pido a Dios que te ayude a perdonar, a no guardar rencor a guardar tu corazón. Eso no te librará de la prueba pero te hará estar firme, te hará fiel a tu Dios, te ayudará a vencer.
Génesis 39
Lourdes Diaz