Cuando hablamos de crisis todos pensamos que la que nos afecta en lo personal, es la más grave, la más difícil, la más tremenda de sobrellevar y con eso estamos marcando diferencias con el resto de los humanos.
Puede parecer una exageración esta clase de comportamientos, pero es casi inevitable que ocurran este tipo de actitudes, porque las crisis ya sean de los países o de las personas, tienen distintas repercusiones.
Si son de los países influyen en los comportamientos colectivos y sin son personales, con más razón tienen impacto sobre nuestras actitudes y nuestras reacciones.
Pensando en crisis personales, creemos que lo importante no es la magnitud de lo que sucede sino como obramos ante las circunstancias que nos afectan.
Moisés vivió probablemente una de las crisis más tremendas de la historia. Guiaba a su pueblo hacia la libertad y tenía detrás al ejército de Faraón y por delante el Mar Rojo.
Que pensamientos pasaron por su mente en esos momentos tan dramáticos? Que lo animaba a perseverar en el mandato que había recibido de Dios de seguir avanzando hacia la libertad?
Seguramente fueron los mismos que deberíamos de tener cada uno de nosotros ante una crisis: La certeza de que no estamos solos, que Dios siempre estará a nuestro lado porque esa es su promesa!
Josué 21:45
Diego acosta García