Hemos leído con mucha sorpresa a un hermano hablar de que estaba en una situación tal, que la desesperanza había llenado su corazón.
Más o menos la misma situación en la que Job menciona que hubiera deseado que un monstruo marino lo hubiera arrebatado del seno materno, para no nacer.
En manera alguna nos debe sorprender como una situación de nuestro tiempo, tiene su relación con algún pasaje de la Biblia.
Esto es así porque el Inspirador de la Biblia, no es otro que nuestro Creador y solamente ÉL conoce en profundidad a las criaturas que ha Creado.
Circunstancia que nos debería hacer reflexionar acerca de lo que significan las pruebas y del sentido que tienen en el Plan del Eterno para nosotros, los hombres.
Así como Job se lamentaba de haber nacido, puede que en algún momento de nuestra vida caigamos en la misma situación.
En este caso estaríamos demostrando nuestra falta de confianza en el Supremo, porque ÉL sabe como somos, quienes somos y qué papel nos Toca desempeñar en su Grandioso Plan.
Sabiendo todo lo que sabe sobre cada uno de nosotros, debemos llegar a la conclusión que siempre nos vendrán cargas que podamos asumir.
No es el Plan de Dios agobiarnos ni hundirnos con pesos superiores a nuestra capacidad de soportarlos, porque pensar lo contrario sería acusarlo de maldad.
Dios es el Bien personificado!
Todo lo que proviene de Él siempre será lo mejor para nosotros!
Siempre!
Por tanto no debemos de tener ningún sentimiento contrario a haber nacido a la vida, porque si Él lo ha permitido, siempre será bueno para nosotros.
Salmo 146:5
Diego Acosta / Neide Ferreira