¿POR QUÉ SOPORTÓ JESÚS A JUDAS?
Esta pregunta se la hace mucha gente, y también ¿por qué le llamó si sabía que lo iba a traicionar? ¿Por qué no le dijo: Judas sé que me estás robando? Y cuando mojó en su plato podía haberle dicho: “Judas arrepiéntete”.
El libro de San Juan capÍtulo 12: 4-6, nos cuenta como una mujer derrama un costoso perfume sobre los pies de Jesús y Judas se enfada porque consideró que eso era tirar el dinero cuando se le podía dar de comer a los pobres, aunque el verdadero motivo es que se estaba llevando el dinero de la bolsa. Algunas veces nos afanamos mucho en querer dar de comer a los pobres, eso no es malo todo lo contrario, pero uno tiene que saber cuál es la prioridad, y en aquel momento los pobres no eran la prioridad. Jesús le dio una explicación y Judas calló, pero Jesús podría haberle dicho: Judas sé lo que haces, estás cogiendo dinero de la bolsa.
Jesús sabía que tenía que ceñirse al plan diseñado para salvar al mundo, sabía que a su lado estaba alguien avaricioso, que no le amó a Él (a Jesús) más que a las riquezas, sabía que su corazón tenía una debilidad, el dinero y le puso la bolsa en la mano.
En la actualidad, hay quienes roban de la bolsa de las iglesias y entiéndase que robar no solo es coger dinero, es también mal gastarlo, no emplearlo de la manera correcta; se quedan con las posesiones de las personas, hacen llamados constantes para que les den dinero, dicen que es para los pobres, pero si ven a uno de los suyos pasar necesidad, les dicen que tengan fe, que confíen, no se puede gastar lo que es de los pobres. Dice la palabra: que el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? 1ª Juan 3:17.
El amor al dinero es la raíz de todos los males, hasta cuando pensamos que es para una buena causa tenemos que sopesar bien cuáles son las razones de nuestro corazón. Es tan fácil caer en la trampa.
Ni todos los que dan a los pobres son tan buenos, ni todos los que son tan buenos hacen lo correcto. Pero todo forma parte del plan perfecto de Dios.
Lourdes Diaz – España
