LECCIÓN

lección
Un amigo me ha dado una gran lección relacionada con la bendición.

Durante una conversión le comenté que estaba un tanto preocupado porque un acuerdo que habíamos hecho, no había sido todo lo bueno que yo pensaba, a causa de un imprevisto que me había perjudicado.

Él me escuchó, creo que con mucha atención y al cabo de unos minutos me comentó: He tomado una decisión que nos dejará en paz a los dos.

Cuando me informaste acerca de cómo te habían sentido de preocupado por causa del imprevisto, que había modificado el acuerdo, pensé: Me estoy quedando con la mitad de la bendición.

Por eso creo que yo debo resolver la cuestión del imprevisto, así los dos tenemos la totalidad de la bendición y no solo una parte.

Como es de suponer le agradecí efusivamente porque entendí que no solo era un buen acuerdo, sino que además nos dejaba con la bendición completa.

Cuántas veces por obrar con afán desmedido, aunque no sean importantes ni las cantidades ni los motivos, nos perdemos una parte de la bendición.

No es que la bendición deje de estar presente, pero se desdibuja porque una actitud personal, la disminuye a causa de una falta de grandeza, que no guarda ninguna relación con la propia bendición.

Así que a mi amigo, le agradecí por la decisión y por la lección. Por la decisión porque nos dejaba a los dos en paz y por la lección porque me enseñado lo valioso que es dominar el afán, por pequeño que sea.

Seamos generosos en nuestras acciones, porque el Poderoso de Israel, será más generoso todavía!

Lucas 6:38

Diego Acosta / Neide Ferreira

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