David utiliza la palabra preserva cuando se dirige a Jehová, pidiéndole que lo ayude contra un gran enemigo.
Quién es ese enemigo?
La Soberbia!
Una vez más el Rey nos demuestra su capacidad para discernir los riesgos, al adjudicarle a la soberbia el carácter de peligrosa.
La actitud de pedir al Eterno su cuidado para que preservara su vida, es reveladora de la actitud de confianza que tenía el padre de Salomón con relación al Soberano.
Únicamente con su ayuda es posible combatir la soberbia!
Solamente con la intervención anticipada del Creador, podemos ser resguardados de los peligros o de los daños que provoca en nuestra vida la altivez desmedida.
No en vano muchos de los problemas que tenemos los hombres están relacionados con aquello que creemos que somos o con aquello que creemos que nos merecemos.
Tanto una cosa como la otra pueden llegar a destruir a una persona, sino que también puede provocar la más grave de las situaciones: Apartarnos de Dios!
Por estas poderosas razones debemos examinarnos constantemente, para detectar las acechanzas a las que estamos sometidos en la vida cotidiana.
A veces un simple gesto, puede ser demostrativo que estamos buscando ser los preferidos o también la satisfacción que nos producen determinados logros.
De eso buscaba David ser preservado. Y también de las actitudes iracundas, cuando no se nos reconoce como nosotros pensamos que somos.
Pienso en esto y pido la misma protección que pidió David. Mucho más porque no tengo su estatura espiritual y muchos menos su grandeza como hombre.
A veces cuando más pequeños somos, más nos consideramos!
Salmo 19:13
Diego Acosta / Neide Ferreira