Esta impresionante confirmación la formuló UNICEF, indicando que el año pasado hubo 44 hechos confirmados donde niños fueron obligados a convertirse en suicidas haciendo explotar las bombas que portaban.
La brutal revelación indica además que en la mayoría de los casos, fueron niñas las que se hicieron explotar en escuelas y mercados.
Los terroristas musulmanes obligan a las niñas y también a niños, a actuar formando parte de su estrategia de terror. Así lo declaró el portavoz regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Lo más grave de estos casos, es que en muchas ocasiones los niños no saben que son portadores de artefactos explosivos, que son activados a distancia por los terroristas musulmanes.
Boko Haram, especialmente en Nigeria ha secuestrado desde 2014 a más de dos mil niños, que son utilizados como esclavos sexuales, combatientes o terroristas suicidas.
La situación de los menores es especialmente grave en el norte de Nigeria, donde los terroristas musulmanes ejercen gran presión sobre los niños, para lograr que ataquen hasta sus propias familias, como demostración de su lealtad.
En 2015 hubo 44 casos confirmados de niños terroristas suicidas. En 2014, 4.
Esta es la brutal realidad, a la que seguimos tolerando desde la indiferencia o la justificación.
Diego Acosta