Científicos israelíes han constatado que las colonias de abejas siempre buscan equilibrar su nivel adecuado de alimentación.
Quienes tienen a su cargo la provisión de los alimentos, buscan sustituirlos, cuando por diversas razones comienzan a faltar.
De esta manera mantienen la salud de las colmenas y la calidad de su producción. Los recolectores tienen capacidad para elegir nuevos alimentos que aseguren la calidad nutritiva.
Los científicos alientan a plantar el mayor número de flores posibles, en cualquier lugar del mundo, para ayudar a las abejas a que cumplan su tan necesaria misión para la especie humana.
Se debe sacar como conclusión que la alimentación debe estar siempre regida por las necesidades corporales de cada tiempo. Y no someter al organismo a un rigor que muchas veces además de innecesario puede resultar perjudicial. Como las abejas, los hombres debemos buscar el equilibrio.
Diego Acosta
Fuente: Jerusalen Post / Israel