8 de Junio de 632 – LA MUERTE DE MAHOMA PROVOCÓ GRAN INCREDULIDAD
Una repentina enfermedad provocó la muerte del profeta en la casa de su mujer Aisha, en la ciudad de Medina donde se encontraba.
Los restos permanecieron desatendidos por espacio de un día, ya que sus seguidores no comprendieron o aceptaron que se había producido su muerte.
Esta muerte tomó por sorpresa a quienes habían adherido a sus enseñanzas. Se considera que su desaparición repentina, provocó que no designara un sucesor.
A partir de este hecho, sobrevinieron las disputas entre sunitas y chiíes.
Diego Acosta
