LOS ESPECIALISTAS REVELAN EL ESPLENDOR DE EFESO
Cuando el Apóstol Pablo visitó esta ciudad, formaba parte del imperio romano y era famosa por su opulencia ostentosa.
Los técnicos están rehabilitando pinturas murales, mosaicos y paneles de mármol que tienen alrededor de 2.000 años. Efeso ha sido motivo de excavaciones desde 1863, hasta nuestros tiempos.
Pablo dejó establecida la Iglesia en su segundo viaje misionero y en el tercero, tuvo oportunidad de ser su pastor durante alrededor de tres meses. Es probable que el Apóstol haya podido apreciar la grandeza colosal del templo de la diosa Artemisa, que por sus dimensiones era una de las siete maravillas de la antigüedad. Artemisa luego derivó en la diosa Diana de los romanos.
Los trabajos de restauración realizados en un complejo de viviendas de unos 4 mil metros cuadrados, muestran que a lo largo de sus tres cientos años de ocupación permanente, el lujo fue uno de los distintivos de sus habitantes.
Los patios de este complejo, al que podríamos adjudicar el calificativo de urbanización, tenía viviendas individuales en cuyos patios principales se pueden apreciar revestimientos realizados en mármol y mosaicos policromados con figuras y murales en las paredes de alta calidad.
La provisión de agua se realizaba desde pozos y fuentes generalmente ubicadas en los patios, siguiendo las normas que son comunes a la preocupación del imperio romano por la provisión del elemento esencial de la vida.
Efeso sufrió un terremoto en el siglo III que provocó graves daños sufridos, tras las invasiones que la sacudieron por las luchas que libraron Alejandro Magno con Darío III de Persia. Además los godos también saquearon la ciudad, incluyendo los restos del templo de artemisa.
En 2015 Efeso fue declarada patrimonio de la humanidad y hoy, formando parte de la actual Turquía , sigue siendo objeto de estudios y excavaciones por más de 200 científicos de más de 20 países.
Diego Acosta