LA BUENA SUERTE O LA MALA SUERTE


Con frecuencia escuchamos a las personas con las que nos relacionamos, quejarse a propósito de una situación que seguramente es tan antigua como la vida misma.

Nos referimos a quienes hablan de la buena suerte o de la mala suerte, a quienes dicen que hay personas afortunadas o que hay quienes han nacido bajo malos augurios.

Contrastando los supuestos casos de buena o de mala suerte, pareciera que estas afirmaciones se basan en hechos concretos, por lo que el tema continúa vigente.

Pero: existe la buena suerte? Existe la mala suerte? Nos llama la atención lo poco que se enseña sobe esta cuestión, en aquellos lugares donde se supone que se nos deben aclarar estas grandes dudas.

Porque si se enseñara más sobre esta cuestión, con toda seguridad quienes nos llamamos hijos de Dios, no tendríamos ninguna duda para afirmar que este planteamiento no es válido desde la perspectiva espiritual.

Deberíamos de recordar que cada uno de nosotros ha sido creado con un propósito y que ese propósito es absolutamente único, como únicos somos en nuestra condición de joyas especiales de Dios.

Por tanto, lo que el mundo llama buena suerte o mala suerte, está completamente ajeno al plan de Dios para nuestras vidas. Lo importante, es que tenemos la promesa de la vida Eterna.

Proverbios 16:33
Diego Acosta García

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