EL PEQUEÑO DRAMA

Un joven contaba el problema que estaba viviendo a ausa precisamente de sus pocos años, de su inexperiencia y del trato que recibía de los mayores.

Visto con la perspectiva de los años, el drama de nuestro joven era en realidad una situación por la que seguramente todos hemos pasado en algún momento de nuestra vida.

Precisamente por eso este joven recibía la indiferencia de la mayoría de quienes lo rodeaban, porque anteponían su conocimiento de la situación a la importancia que verdaderamente tenía.

Vino entonces palabra de Sabiduría para conversar con el joven, escucharlo con atención y descubrir que tras las apariencias del caso se encerraba una gran lección personal, porque la situación no era como pensábamos.

La soberbia con la que actuamos los mayores nos hace perder de vista que también nosotros fuimos jóvenes y que también tuvimos que enfrentar problemas que son propios de un determinado momento de la vida.

El joven advirtió que lo escuchábamos, comprendió que teníamos amor por él y que teníamos misericordia por la situación que estaba viviendo y se sintió reconfortado y nosotros, por el contrario, avergonzados.

Este caso nos fue un poderoso llamado de atención para que abandonemos la soberbia de creer que lo sabemos todo y el peligro de hacer a menos, a quienes a pesar de sus años nos pueden dar lecciones.

Proverbios 14:3
Diego Acosta García

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