Jesús nos enseña que tengamos cuidado para que no seamos engañados, es una advertencia que tiene relación con los tiempos finales y con relación a cada día de nuestra vida.
Hay quienes enseñan que Dios nos cuida, cosa que evidentemente es absolutamente real, pero junto con esto se nos dice que viviremos agradablemente.
Esta enseñanza tiene su parte de razón, pero encierra un potencial peligro: Nos puede llevar a la conclusión de que estamos en el mundo para vivir bien, para ser felices.
Pero realmente estamos para eso? Este es el propósito de nuestra presencia en el mundo, en este tiempo? Estamos para vivir placenteramente mientras vemos realidades tremendas?
Jesús nos enseñó que tendremos aflicciones y esta afirmación es la que se pretende ocultar, mediante el simple procedimiento de no hablar de ello, de ignorar esa parte de las Escrituras.
Estamos advertidos de que nadie nos engañe, sea quien sea y sea donde sea. Estamos advertidos que pasaremos momentos difíciles, problemas serios e incluso seremos perseguidos.
Ante esta verdad de la enseñanza de Jesús, debemos escudriñar todo lo que se nos diga, todo lo que se nos prometa, para poder asumir con realismo nuestra condición de hijos de Dios.
Salmos 34:13
Diego Acosta García