Una frase popular dice: A unos tanto…y a otros tan poco…
Vino a mi memoria cuando estaba escuchando al que tal vez sea el mayor músico de la historia.
Pensaba, como es posible que Dios le hubiera dado semejante talento a un solo hombre y a otros ni siquiera la posibilidad de levantar su voz cantando?
Como siempre, comprendí que era una vana y tonta reflexión.
El Eterno es Soberano en todas sus Decisiones y Él concede y quita los dones y talentos. Y pensé: acaso no tengo yo los míos?
O lo que me molesta o me causa envidia, es no tener las dotes creadoras de Beethoven por citar un nombre propio? Quizás sea el mayor de los ejemplos, pero ayuda a entender mejor la idea.
Lo sensato será dedicarse a poner los dones y talentos que Dios nos ha concedido, para servir al prójimo con Amor y Misericordia. Sin celos ni envidias.
Entonces no compondremos grandes obras de la música, pero si habremos hecho una gran obra en el nombre de Dios!
Daniel 2:21
PT – Ele muda os tempos e as horas; Ele remove os reis e estabelece os reis;
Ele dá sabedoria aos sábios e ciência aos inteligentes.
ES – El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes;
da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
Diego Acosta / Neide Ferreira