Blog del TIEMPO!
Una de las características de los atractivos del mundo, es la cuidadosa presentación que se hace de algunos asuntos. Marketing puro!
En este sentido no es de asombrarse cuando se unen dos términos importantes para lograr un resultado: Una persona famosa, habla de sus experiencias y anuncia que es bueno, por ejemplo, hablar con los muertos.
Resultado: una auténtica catarata de personas que agradecen ser informadas de la experiencia y se muestran interesadas en como participar en ella.
Es decir: Lo atractivo comentado por una persona famosa, se convierte en un peligroso y dañino asunto que es deseado por muchos.
De esta manera se ponen en acción a personajes como médiums, tiradores de cartas, lectores de manos o más siniestro aún, hombres y mujeres que sacrifican pequeños seres para adivinar el futuro.
Obviamente, en todos los casos la posibilidad de hablar con los muertos, sigue siendo el gran atractivo para participar de estas prácticas rodeadas de una supuesta aureola de modernidad y elevación personal.
Todo, simplemente porque una persona famosa o un famoso, ha hablado de sus experiencias y de lo buenas que resultaron.
Nos preguntamos: Cuántos creyentes han sido seducidos por toda esta parafernalia?
Cuántos, en el fondo de su corazón habrán deseado participar de todo esto tan encantador?
Lo dolorosamente triste, es que en estas circunstancias nos olvidamos del Mandato de Dios, de que no debemos hablar con los muertos ni tampoco intentar establecer contactos con ellos.
Por eso nos preguntamos: Donde está el temor y temblor frente a la Majestad de nuestro Creador?
Las respuestas y el arrepentimiento, pueden llegar a ser tardías, pues las oportunidades no son para siempre ni el perdón es ilimitado.
Diego Acosta