SÉPTIMO MILENIO: CARNAVAL… LA FIESTA DE LA MUERTE

Desde hace alrededor de cinco mil años los hombres liberan sus más primitivos instintos y celebran lo que con el tiempo conocemos como Carnaval.
La fiesta que se inicia antes de la cuaresma católica no es otra cosa que un permiso que se concedía para que se pudiera comer carne en días en los que no se lo podía hacer.
El carnaval descubre los cuerpos y esconde las caras con máscaras, para que todo esté permitido pero sin que nadie pueda enterarse de lo que verdaderamente hacemos.
carna2El carnaval nos debe hacer reflexionar acerca de los comportamientos que tenemos los humanos que exaltamos una fiesta que inocultablemente tiene orígenes maléficos.
Por unos días permitimos que el mal se apodere de mentes y cuerpos y aceptamos que los dioses de la maldad se cobren vidas en el altar de esta idolatría.
Es tiempo de reflexión, es tiempo de comenzar a advertir que estamos llegando a los tiempos decisivos de los que Jesús habló a sus discípulos. Debemos prepararnos para esos tiempos y ayudar a quienes viven el carnaval.
Debemos ser responsables para que el carnaval no se siga cobrando vidas de personas que desde su desconocimiento participan de un rito en el que prevalece la muerte.

Diego Acosta García

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