DESALIENTO

Leyendo más o menos cotidianamente las noticias sobre lo que ocurre en el mundo, es posible caer en el desaliento más severo, porque todo parece indicar que hay personas que tienen privilegios mayores que los demás.

Para hacer negocios fraudulentos, para valerse de los cargos públicos y enriquecerse, para violentar la ley hasta los más grandes extremos, cosa muy difícil de hacer para la gran mayoría de las personas. Pero que no debería de interesar a la mayoría de las personas….justice

Ciertamente el panorama que se presenta ante nuestros ojos no puede ser calificado de otra cosa que de desalentador. La cuestión es: Nos rendimos al desaliento?

O buscamos en la Palabra de Dios las referencias que nos pueden hacer enfrentar este sentimiento, legítimo pero devastador, acerca de la conducta de las personas notorias.

La impunidad que parecen tener puede afectarnos, pero no debemos olvidar que la Biblia dice que el corazón del hombre es desesperadamente corrupto, incluso el nuestro.

Si la corrupción parece haberse generalizado, es otra razón más para que no haya en nuestro corazón envidia por quienes se valen de sus situaciones personales para no respetar la ley.

Todos sabemos que lo oculto será revelado, que nada quedará escondido y que los impíos serán juzgados, igual que nosotros y entonces quienes evadieron la justicia de los hombres, no podrán eludir la Justicia verdadera.

Deuteronomio 4:8
Diego Acosta García

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