Esta es la previsión de World Watch List con relación a las situaciones que tendrán los cristianos en los países árabes y en los países subsaharianos, como consecuencia del hostigamiento de los musulmanes. También en China y otros países.
Según el informe en Corea del Norte la tenencia de la Biblia puede ser castigada con la pena de muerte o los trabajos forzados que deberán afrontar todos los miembros de la
Se estima que entre 200 mil y 400 mil cristianos viven su fe en Corea del Norte en secreto, para no hacer peligrar sus vidas. Sin embargo las reuniones en casas de familia, se siguen realizando.
En Arabia Saudí, Afganistán, Irak, Somalia, Maldivas, Mali, Irán, Yemen y Eritrea, el sostenimiento público de la fe cristiana puede derivar en procesos judiciales.
La llamada “primavera árabe” ha cambiado a los líderes autocráticos por otros de profundas raíces islámicas, por lo que la situación de los cristianos no se ha modificado. Incluso se podría afirmar que se ha agravado.
En Siria a las penurias que se sufrían con el régimen de Asad, se suman ahora las que ejercen los rebeldes que radicalizan sus posturas islamitas en contra de los cristianos.
En los países subsaharianos la situación de las minorías cristianas se ha agravado dramáticamente. Esto ocurre principalmente en Mali, Tanzania, Kenia, Uganda y Nigeria.
En China se han suavizado los controles sobre las Iglesias, pero bajo ciertas restricciones. En cambio se han intensificado las acciones sobre las reuniones que se realizan en casas de familia.
Entre los países que menos persiguen a los cristianos figuran Chechenia, Cuba, Bielorrusia y Turquía, aunque esto no significa que haya posturas que permitan los cultos en libertad.
En total son 50 los países del mundo en donde ser cristiano y manifestarlo públicamente, representa un riesgo cierto de ser encarcelado, enjuiciado e incluso condenado a la pena de muerte.
Esta es la realidad que vivimos en 2013. Frente a ello todavía se escuchan las voces que se alzan favorables a la permisividad frente a los musulmanes que viven en Occidente.
Fuentes: Die Welt – Alemania
Press SM – Diego Acosta García – Corresponsal en Berlín