SÉPTIMO MILENIO: DÍA DEL TRABAJO Y DEL SALARIO JUSTO?

Tratando de dejar a un lado las superficiales y vanas palabras que se suelen declamar en este día, busquemos el sentido profundo de lo que significa el Día del Trabajo.

Dejando la frivolidad, seguramente nos recordaremos que hace muy pocas horas se recuperaron más cadáveres del edificio que se derrumbó en Bangladesh, con lo que el número de muertos supera los 400.

Quienes eran esos muertos? En su mayoría trabajadores alevosamente explotados por empresas, muchas de lWORKINGas cuales forman parte del llamado “glamour” del primer mundo y sus alrededores.

Se ha recordado alguien de esos más de 400 muertos? Y se ha recordado a los casi 150 desaparecidos? Seguramente no, porque el hecho ocurrió en Dacca y no en otra gran urbe del mundo desarrollado.

Tampoco se habrán hecho muchas menciones a quienes viven el cruel flagelo del desempleo, que ha alcanzado records históricos en Europa y especialmente el de la falta de trabajo para los jóvenes.

No habrá habido en este día muchas menciones a quienes teniendo trabajo, son explotados con retribuciones indignas y con condiciones laborales no menos indignas de una persona.

En este día seguramente habrá habido pocas menciones a los salarios inferiores a los hombres que cobran las mujeres, por el mismo trabajo o las mismas funciones.WORKING2

Incluso se habrá hecho omisión de aquellos que son los grandes responsables de las crisis económicas, originadas en su talento puesto al servicio de la avaricia y la codicia sin límites.

Y mucho menos se habrá mencionado a los millones de niños que son brutalmente explotados realizando trabajos propios de personas mayores, que están sin trabajo.

Obviamente se habrán olvidado de sus responsabilidades por comisión o por omisión, quienes se arrogan la representación de los trabajadores, viviendo como ricos e incluso lucrando con sus cargos.

No pretende ser este un libelo incendiario sobre  el trabajo. Solamente estamos recordando los argumentosWORKING1 que bíblicamente se pueden utilizar para recordar el Día del Trabajo.

Hace alrededor de 2.400 años escribía Malaquías, el último profeta que registra el Antiguo Testamento, una advertencia que sigue teniendo rigurosa vigencia, en el Capítulo 3 versículo 5:

 

Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

 

Jesús dijo el que quiera oír, que oiga.

Diego Acosta García

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