Desde que fuera derrocado el ex presidente Mursi el país ha entrado en un clima de violencia que ha provocado casi mil muertos, cientos de heridos y consecuencias en el plano religioso.
Los cristianos coptos respaldaron el golpe militar con la creencia que de esta manera disminuiría el poder de los hermanos musulmanes. Ese respaldo ha tenido sus costos.
A raíz de la severa represión de los militares, los hermanos musulmanes han optado por atacar a quienes son más vulnerables, en este caso los cristianos coptos.
Desde el comienzo de los graves enfrentamientos, por lo menos 42 iglesias coptas fueron atacadas e incendiadas y se teme que la progresión sea mayor.
Esta situación ha derivado en un clima de gran tensión en la minoría evangélica que puede verse acosada en el ambiente creado contra los cristianos coptos.
Con este panorama parece casi infantil la creencia de que la llamada “primavera árabe” pudiera dar frutos que desembocaran en democracias al estilo de occidente.
Los creyentes debemos reafirmarnos en nuestras convicciones y escudriñar pidiendo sabiduría de lo Alto, para no cometer errores de apreciación tan graves, como son los hechos que comentamos.
Diego Acosta García