FANTASÍAS

Hay quienes viven en dos mundos. Uno es el verdadero con sus luchas cotidianas, sus problemas y también con sus buenos momentos. Pero hay otro muy distinto.

Es el de las fantasías, que son ideas e imágenes que transportan a quienes las idealizan a un mundo irreal, donde solamente ocurren cosas agradables y donde se convierten en protagonistas absolutos.

Lo grave de esta situación es que difícilmente se puede vivir teniendo que armonizar dos mundos opuestos, que de tan contrapuestos que son terminan por convertirse en una auténtica pesadilla.

Las fantasías convierten las ayudas que recibimos en obligaciones de los demás, las responsabilidades propias pasan a ser de obligado cumplimiento…pero para otras personas.

Nuestras malas acciones y sus consecuencias siempre son traslDv2se13adadas a los demás. Y la lista de situaciones parecidas puede crecer de forma casi interminable.

Y nos preguntamos: Los creyentes podemos caer en fantasías? Sí, cuando nos imaginamos una iglesia perfecta, con una congregación maravillosa y nosotros mismos convertidos en el centro de todo.

Y por qué podemos caer en esa situación? Porque leemos y tergiversamos la Palabra de Dios. Por eso, por ejemplo, la doctrina de la prosperidad resulta tan peligrosa como anti bíblica.

Jesús oró al Padre para que nos guarde, no para que nos quite del mundo. Estamos aquí porque tenemos cumplir con el mandato de llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra! Y eso no es una fantasía!

Juan 17:15
Diego Acosta García
www.septimomilenio.com

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