Seguramente la mayoría de nosotros habrá pasado por momentos complejos, en la hora de tomar decisiones y esperando hacerlo dentro del orden establecido por el Señor.
Ese tiempo de lucha entre las alternativas que se nos presentan es una prueba de la que saldremos con victoria, si es que somos capaces de confiar en la respuesta Divina.
Además de confiar debemos ser sabios y tener la necesaria paciencia para que ese tiempo no se convierta en un calvario o un permanente estado de ansiedad.
En eso consiste la prueba. En saber esperar y en saber que siempre la respuesta que esperamos será la mejor, mucho mejor que la que nuestra imaginación puede llegar a concebir.
Los humanos tenemos una vida breve y sin embargo nos empeñamos en hacerla todavía más corta por el afán y porque no somos capaces de entender cómo debemos afrontar determinadas situaciones.
Si no existieran las pruebas viviríamos en una placidez llena de conformismo, que serían las bases perfectas para vivir como el mundo quiere que vivamos. Lejos de Dios!
Aprendamos que en el tiempo de la espera hasta que nos llegue la confirmación que aguardamos, es el tiempo precioso que el Eterno nos prepara para hacernos mejores y para que lo busquemos en verdad.
Proverbios 15:23
Diego Acosta García